Nürburgring 

Los 22,81 km y las 173 curvas que componían el Nordschleife, donde los pilotos demostraban su valía, han dado paso a una pista "moderna" con tramos cortos pero importantes, interrumpidos por chicanes o curvas lentas. Para ganar en esta pista, que sigue siendo rápida y muy agradable de conducir, se necesita un coche muy bien equilibrado con un chasis capaz de soportar el estilo del conductor. El asfalto de la pista puede ser muy suave, pero sigue una ruta muy accidentada, lo que hace que la conducción sea tan divertida como desafiante. Los frenos no tienen que trabajar duro a lo largo de las subidas y bajadas del anillo, pero los neumáticos deben soportar cargas pesadas. De hecho, la pista es famosa por su subviraje. Sus puntos problemáticos incluyen el nuevo "Mercedes Arena" que sustituyó al Castrol Esse y ofrece muchas oportunidades para pasar la entrada.

La horquilla Dunlop también requiere mucho cuidado al entrar y, sobre todo, al salir. Aunque hay pocos lugares para pasar, el último es la chicane Veedol, la pista alemana a menudo alberga carreras muy reñidas y muy entretenidas.