La elegancia de la leyenda

Ben Pulman

Hoy, en el centenario del nacimiento de Gianni Agnelli, se abre una exposición singular en el Museo Enzo Ferrari. En ella se reúnen los coches personalizados por Ferrari para Gianni Agnelli, que colaboró estrechamente en su personalización, incluida la de dos “barchettas” muy especiales…

Gianni Agnelli, una figura legendaria en Italia, fue un industrial criado para hacerse cargo de Fiat, la empresa fundada por su abuelo. Ocupó el cargo de administrador delegado en 1963 y el de presidente tres años después, pero ya era cliente y entusiasta de Ferrari desde mucho antes.

Las versiones especiales de los modelos Ferrari propuestas por Agnelli estaban altamente personalizadas, pero siempre eran correctas y respetuosas con la marca, y su estrecha relación con Enzo Ferrari ha dejado para la historia una colección de coches excepcionalmente hermosos y seductores.

El primer vehículo del Cavallino Rampante que adquirió Gianni Agnelli fue un elegante 166 MM Touring Superleggera. Quedó tan cautivado por él en el Salón del Automóvil de Turín de 1948 que acuñó un nuevo término para describir sus elegantes líneas: “barchetta” (que significa “barquita”). Esta palabra se ha utilizado desde entonces para describir los coches de carreras sin techo.

El 166 MM fabricado en 1950 para el Avvocato (el abogado), como llamaban cariñosamente a Agnelli, era un modelo único, cuidadosamente personalizado con una llamativa pintura en tonos verde y azul, y un habitáculo diseñado a medida. 

La propiedad del vehículo pasó posteriormente al vizconde belga Gery d'Hendecourt, que compitió en él. Más tarde, pasó a manos del distribuidor de Ferrari y fundador del equipo de carreras Ecurie Francorchamps, Jacques Swaters, quien después de comprarlo y venderlo varias veces, decidió quedárselo para él. Finalmente, encargó una restauración completa que le valió el honor de ver el coche expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1993. Más recientemente fue Coppa d'Ora (el coche más votado por el público) en la edición 2015 del Concorso d'Eleganza Villa d'Este.

Esta fue la primera colaboración entre Enzo Ferrari y Gianni Agnelli, pero desde luego no fue la última. La exposición, titulada “Gianni Agnelli y Ferrari. La elegancia de la leyenda”, es un testimonio de la relación simbiótica que se desarrolló entre dos de las figuras más carismáticas y representativas del siglo XX, una relación que perduró más de 50 años.  

Agnelli continuó ampliando su colección de Ferraris durante el resto de su vida, todos ellos hechos a la medida de su extraordinaria personalidad. Los coches de la exhibición abarcan desde un prototipo de tres asientos con el sitio del conductor en el centro, hasta versiones exclusivas del Testarossa y el F40. Sin embargo, como cabía esperar, dado que su relación con Ferrari comenzó con un barchetta, su último encargo también fue un modelo de este tipo. 

Esta vez la base fue un 360 Spider, que Agnelli convirtió en un 360 Barchetta único en su especie. El parabrisas y la capota plegable se reemplazaron por una discreta pantalla aerodinámica y unos sutiles contrafuertes situados detrás de los reposacabezas. El motor V8 central de 3,6 litros seguía viéndose a través de su cubierta, pero se modificó la parte trasera de la carrocería para crear un nuevo diseño exclusivo y radical. 

Como muchos de los Ferraris personalizados para Agnelli, el 360 Barchetta tenía un acabado en color gris plateado, mientras que el interior, que llevaba las levas de cambio de un F1, era de un elegante color azul. Pero el coche no iba destinado a Agnelli. Era un regalo para el entonces presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, con motivo de su boda, celebrada el 7 de julio de 2000. 

La exposición se abre oficialmente hoy, 12 de marzo, pero hasta que la reglamentación permita abrir al público las salas de exposición del museo, Ferrari organizará dos visitas virtuales diarias en directo y de forma gratuita hasta el 1 de abril. Se puede reservar plaza para la visita en el sitio web de los museos Ferrari.