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Automático para todos

24 aprile 2020

Chris Rees

Evolución de la caja de cambios automática de Ferrari desde la Fórmula 1 hasta los últimos Roma y SF90 Stradale


Considerando que Ferrari no sacó modelos con transmisión automática hasta 1976 (con el 400 GT), es sorprendente que el 100 % de los Ferraris producidos en la actualidad tengan cambio automático. ¿Cómo llegamos hasta este punto?

La respuesta es bastante simple y responde al viejo dicho de que "la competición mejora la raza". La Scuderia Ferrari observó que el uso del cambio automático en la Fórmula introducía importantes mejoras en el rendimiento. El Ferrari Tipo 640 de 1989 fue el primero en incorporar "levas" en el volante para hacer los cambios de marcha sin necesidad de usar un pedal de embrague. Cualquier duda que alguien pudiese albergar sobre este sistema quedó totalmente despejada cuando Nigel Mansell ganó el Gran Premio de Brasil de 1989 al volante del 640 en la primera carrera de la temporada.

La invención de Ferrari revolucionó el mundo de las competiciones de motor, y no solo este, sino también el de los turismos. Una vez probada su utilidad para ganar carreras, era solo cuestión de tiempo que los vehículos de carretera también adoptasen transmisiones automatizadas con levas de cambio.

Y fue Ferrari la que encabezó la revolución ofreciendo la primera transmisión automatizada (conocida como "F1" por razones obvias) en el 355 F1 de 1997. Con ella desaparecía la tradicional palanca de cambios en forma de H. En su lugar, aparecían dos botones (uno para cambiar entre el modo automático y el manual, y el otro para condiciones de poco agarre) y una pequeña palanca para engranar la marcha atrás. Pero la auténtica novedad estaba justo detrás del volante: al igual que en los coches de Fórmula 1, se introducían unas "levas" que permitían al conductor cambiar la marcha de forma manual sin tener que levantar las manos del volante. Y no solo eso, los cambios de marcha eran extraordinariamente rápidos. De hecho, Ferrari aseguraba que eran más rápidos que los del sistema convencional.

Es importante recordar que la caja de cambios de seis velocidades era exactamente la misma que la del modelo F355; simplemente variaba método utilizado para cambiar de marcha, que ahora se basaba en una tecnología electrohidráulica. 

Una vez que el Ferrari 355 F1 abrió el camino al cambio con levas, le siguieron otros. Las levas se convirtieron en un componente tecnológico fundamental en los coches de altas prestaciones. De hecho, Ferrari dio tanta importancia a este nuevo sistema de cambio que, cuando lanzó el Enzo en 2002, la transmisión F1 era la única opción disponible.

Pero la marca no se quedó allí. El 599 GTB Fiorano de 2006 introdujo el F1-SuperFast, un sistema de nueva generación que reducía los tiempos de cambio a tan solo 100 milisegundos. Se integraba perfectamente en el manettino del volante y permitía al conductor seleccionar también el modo Launch Control, que ayudaba a arrancar con más suavidad desde la posición de salida.

El primer sistema de transmisión con doble embrague de Ferrari llegó en 2008 con el California. Esta unidad de siete velocidades incorporaba dos embragues que se preengranaban automáticamente para preparar con anticipación la marcha siguiente. Esto minimizaba los tiempos de cambio de marcha y mejoraba las sensaciones del conductor, además de reducir el consumo de combustible y las emisiones.

Después llegó el primer coche con motor central y transmisión de doble embrague de Ferrari, el 458 Italia de 2009, con relaciones de cambio muy próximas para obtener el máximo rendimiento posible. Al igual que en el Enzo, no había opción de cambio manual, solo automático. Este demostró ser un momento clave en Maranello. Aunque seguían ofreciendo ciertos modelos de la gama con transmisión manual, los consumidores reconocían que el cambio automático era superior, tanto en términos de rendimiento como de confort. El último Ferrari con cambio manual salió de la línea de producción en 2011.

La última década ha sido exclusivamente "automática" en Ferrari. En 2019 se inició una nueva era con el lanzamiento de los modelos SF90 Stradale y Roma, en los que se introdujo una nueva caja de cambios de doble embrague y ocho velocidades que es más pequeña y ligera que su predecesora de siete velocidades. Los cambios son más rápidos y suaves debido al uso de un sistema de lubricación con aceite de baja viscosidad y cárter seco, lo que proporciona aún mejor respuesta en carretera y más comodidad en ciudad, además de reducir el consumo de combustible y las emisiones. La caja de cambios del SF90 Stradale tiene una innovación más: no tiene marcha atrás, ya que se utiliza el motor eléctrico del vehículo para introducirla.