Bajo la aurora boreal, a temperaturas bajo cero, entre abetos nevados y manadas de huskies tirando de trineos, los Ferraris atravesaron el hielo con el sonido de los motores V8 resonando en el paisaje helado.
Ese fue el telón de fondo para los participantes de este año del Ferrari Club Challenge que, tras llegar a Laponia, al norte de Suecia, tuvieron la oportunidad de emprender dos días de conducción en condiciones extremas en el Ferrari 488 Challenge.
Mira a los participantes del Passione Ferrari Club Challenge tomar a gran velocidad la pista nevada en Laponia
Instructores expertos les enseñaron técnicas avanzadas de conducción, como el arte de derrapar, cambiar de lado a gran velocidad (hasta 180 km/h) y alcanzar más de 220 km/h en las rectas.
Sin embargo, las tres jornadas no fueron solo una experiencia automovilística única, sino también una inmersión en la cultura nórdica: recorridos panorámicos en helicóptero, comidas tradicionales laponas, aventuras en trineos tirados por perros y mucho más.
Los participantes se alojaron en el Silverhatten Hotel de la pintoresca localidad de Arjeplog, situada junto al lago helado donde se desarrollaron las actividades de conducción. Desde allí, cuando no pilotaban los potentes Ferraris sobre la nieve, podían conducir el último modelo de motonieve por los bosques y las colinas de la zona, haciendo solo una pausa para disfrutar de la cena con barbacoa al aire libre.
Durante dos días de conducción llena de acción sobre la nieve, los conductores pudieron perfeccionar sus habilidades bajo la tutela de instructores expertos
Pero la estrella del espectáculo fue sin duda el 488 Challenge que, con un motor V8 de 3,9 litros y 670 CV, es la máquina perfecta para superar los límites sobre el hielo.
En palabras de Laurent De Meeus, uno de los conductores afortunados: «Quien alguna vez haya deseado conducir un Ferrari sin restricciones y con poco o ningún agarre, que no busque más.
»He conducido muchos Ferraris diferentes en mi vida, tanto en carretera y en pista como en carreras, pero nunca había sentido tantas emociones.
»Los entrenadores, todos ellos pilotos de rally experimentados, nos ayudaron enormemente enseñándonos técnicas para frenar y mantener un derrape lateral en óvalo. Estoy bastante seguro de que ahora puedo conducir con relativa seguridad la mayoría de los Ferraris en el modo CT-OFF del manettino».
En palabras de Thomas Neubauer, cliente y piloto de Ferrari Challenge: «El Club Challenge on Ice es una experiencia totalmente envolvente, una oportunidad exclusiva para aprender a controlar a la perfección, sobre hielo y en condiciones seguras, un coche de pista como el 488 Challenge, rodeado de magníficos paisajes al borde del círculo polar ártico».
Emanuele Tabacchi, ganador del Ferrari Challenge, añade: «¡El evento fue precioso!
No soy objetivo, porque ya conocéis mi gran pasión por la conducción, y conducir allí es siempre una experiencia fabulosa.
La aurora boreal brindó un escenario espectacular a los relucientes coches del Cavallino Rampante mientras se preparaban para la carrera en la nieve del día siguiente
»Aparte del paseo en helicóptero, las motos de nieve, la aurora boreal, cuentas con el compañero óptimo para las pistas reproducidas, o sea, pistas en las que realmente puedes correr con algo de velocidad... Pilotar el Challenge y ponerlo al límite fue asombroso».
Otro cliente, Nick Halle, se muestra entusiasmado: «Me pareció increíble que el 488 Challenge, con cadenas y sobre hielo, alcanzara aun así tanta potencia.
»Derrapar en las curvas fue muy divertido, pero también me demostró que el piloto y el coche tienen que ser uno para que todo funcione».
Halle, en concreto, es un joven piloto que aspira a utilizar la experiencia adquirida en el curso para obtener una licencia que le permita conducir a finales de este año en las pruebas profesionales del Ferrari Challenge, la primera de las cuales se celebró en Valencia.
Pero, para todos los pilotos que participaron durante los tres días cargados de nieve que duró la competición, el evento fue sin duda memorable, una mezcla de lo mejor que la naturaleza y la ingeniería pueden ofrecer: un festival de Ferrari sobre el hielo.