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Y se hizo ligero

Ferrari siempre ha sido un pionero de la ligereza, recurriendo al uso de materiales que abarcan desde las aleaciones más avanzadas hasta la fibra de carbono. Desde el principio, una de las prioridades que tenían los ingenieros era construir un coche que fuera lo más ligero posible
Texto: Gavin Green - Vídeo: Ollie McIntyre

Al poco tiempo de convertirse en fabricante de coches deportivos, en 1947, Ferrari demostró las ventajas de la ligereza de contar con un coche ligero para ganar las carreras. Una de las primeras y más contundentes demostraciones fue en las 24 horas de Le Mans de 1949. 

Era la primera 24 horas de Le Mans que se celebraba después de la guerra (de hecho, algunas zonas del circuito aún estaban prohibidas por miedo a las minas) y esta famosa carrera presenció un enfrentamiento entre los monstruos de grandes motores y carrocería alta de antes de la guerra y un nuevo tipo de deportivos más ligeros y pequeños. 


Este video exclusivo rastrea la historia de las innovaciones de Ferrari en el ahorro de peso desde la pista de carreras hasta la carretera

David venció a Goliat. La Guerra Mundial había traído enormes avances técnicos y el ligero Ferrari 166 MM, haciendo gala de muchos de ellos, se impuso contundentemente a los coches más grandes. 

El victorioso Ferrari tenía el motor de menor cilindrada que jamás hubiera ganado en Le Mans: tan solo 2.0 litros. ¿Por qué era tan rápido? En primer lugar, era mucho más aerodinámico que los grandes monstruos de antes de la guerra. Y, segundo, era mucho más ligero. El 166 MM tenía un peso total en seco de tan solo 650 kg. (En cambio, el coche que se proclamó ganador 20 años antes pesaba 2000 kg.)

El motor del Ferrari también aceleraba con más brío y fuerza que ningún otro campeón del pasado: desarrollaba su potencia máxima a unas vertiginosas 6.600 rpm.

Su configuración en V12 era una de las principales razones por las que subía tanto de revoluciones, ya que los motores V12 a 60º tienen un equilibrio rotacional perfecto. (Fue el primer V12 en ganar Le Mans) También fue crucial el uso generalizado de aleaciones ligeras en el motor: aligerar los componentes del motor suponía más revoluciones y más potencia.

Desde el principio, Ferrari puso la combinación de potencia y ahorro de peso al frente de su ingeniería: el 166 MM que ganó el Le Mans de 1949 pesaba solo 650 kg

La carrocería del 166 MM también se construyó utilizando la innovadora tecnología Superleggera (o Superligera). La Superleggera, desarrollada por el carrocero milanés Touring y empleada por primera vez en aviones, daba forma a la carrocería utilizando tubos de poco diámetro,  que iban recubiertos de paneles fabricados en una aleación ligera para aumentar su resistencia. 

A lo largo de su historia, Ferrari siempre ha sido pionera en la construcción de vehículos ligeros, desde la tecnología Superleggera de la posguerra hasta la fibra de carbono actual. Y ha innovado tanto en circuito como en carretera. 

Los primeros 308 GTB de 1975 llevaban carrocerías de fibra de vidrio y pesaban algo más de 1.000 kg. (Los modelos posteriores utilizaron acero prensado y aluminio más convencionales.)

El legendario Ferrari GTO de 1984 fue uno de los primeros coches de serie en los que se hizo un uso generalizado de materiales compuestos, siguiendo el ejemplo de la Fórmula 1. Gran parte de la carrocería era de Kevlar o fibra de carbono. Con sus 1160 kg de peso en seco, era muy ligero para ser un superdeportivo V8 turboalimentado.


Los primeros 308 GTB de 1975 se construyeron con una carrocería de fibra de vidrio, lo que permitía un peso total de poco más de 1000 kg

En su siguiente superdeportivo de edición limitada, el F40, Ferrari recurrió aún más al uso de compuestos ligeros. Fue el primer coche de serie del mundo en utilizar una carrocería construida casi enteramente con materiales compuestos (kevlar y fibra de carbono). El primer coche de serie que superó los 320 km/h y con un peso en seco de tan solo 1100 kg. 

Su sustituto, el F50, fue uno de los primeros coches de serie del mundo en utilizar un monocasco de fibra de carbono similar al de la F1 (como el que utilizan los Ferrari de F1 desde principios de los 80). El superdeportivo Enzo de edición limitada de 2002 fue el primer coche de serie del mundo en utilizar discos de freno cerámicos reforzados con fibra de carbono. 


El legendario Ferrari F40, lanzado en 1987, se fabricó con kevlar y fibra de carbono para convertirse en el primer automóvil de carretera en romper la legendaria barrera de los 320 km/h

También era importante que los componentes del motor fueran ligeros. En el F355 de 1994 se utilizaron bielas de aleación de titanio para que el V8 pudiera girar más rápido y a revoluciones más altas. (El F355 desarrollaba su potencia máxima a unas electrizantes 8250 rpm y la línea roja estaba en 8500 rpm).

Los Ferrari actuales siguen utilizando aleaciones ligeras e innovadores materiales compuestos, que se aplican desde las ruedas hasta el techo. Como las llantas ligeras de fibra de carbono (utilizadas por primera vez en el Ferrari 488 Pista) o el techo de fibra de carbono del último Purosangue, que aligera el peso total y baja el centro de gravedad. 


Con el nuevo Purosangue Maranello trajo su conocimiento de ingeniería de reducción de peso a una nueva era

Esta apuesta por la ligereza ha hecho que los coches de carretera sean más rápidos y ágiles, mejorando las prestaciones y el placer de conducir.

Una decisión influenciada por las carreras de coches, como gran parte de la filosofía Ferrari. Enzo Ferrari sabía que para ganar las carreras se necesitaba algo más que motores potentes. Los coches también tenían que ser lo más ligeros posible. 

Como observó una vez el jefe de un equipo rival de F1: los motores potentes te hacen ir más rápido en las rectas, sin embargo, un vehículo más ligero te hace ir más rápido por todas partes.