Ferrari logo

Pasión

Inside the Factory: la línea de montaje de vehículos

En esta última entrega de nuestra serie entre los bastidores de Maranello, nos centramos en la línea de montaje, donde, tras el delicado trabajo realizado en el taller de pintura, el chasis está listo para que personas y máquinas lo ensamblen todo
Texto: Tim Bradley
Montaje: Oliver McIntyre

La línea de montaje es el lugar donde nace realmente Ferrari, una rápida y complicada danza entre la robótica y la mano humana, ambas trabajando con minuciosidad para producir el artículo terminado perfecto: el último Cavallino Rampante que sale de la fábrica.

 

Cada día llegan a la primera fase de la línea de montaje una gama de chasis de vehículos recién pintados, de los cuales más de la mitad  tienen paletas de colores completamente diferentes, ya que los clientes pueden elegir entre unos 2 millones de combinaciones.


Eche un vistazo al interior de la línea de montaje de vehículos en Maranello mientras se ensamblan los Ferrari

En las etapas iniciales de la cadena, completamente automatizadas, las máquinas elevan los chasis hasta su posición mediante enormes «ganchos en C». En este momento, los coches están básicamente separados entre parte superior y parte inferior. En la parte inferior se instala el grupo propulsor procedente de la línea de montaje del motor, mientras que en la parte superior se instala también el sistema eléctrico y luego la parte superior se une a la inferior.

 

Lo que sigue es una serie de etapas bien engrasadas y muy cuidadas, desde la colocación de importantes detalles exteriores, como el famoso emblema del Scudetto, hasta la instalación de los pesados salpicaderos revestidos de cuero, una tarea difícil que requiere guiar a mano un robot especializado en el pequeño espacio de la cabina para colocar el tablero con cuidado sin dañar el interior.

 

En la mayoría de las etapas de la línea de montaje, cada técnico altamente cualificado se asegurara de que todos los tornillos y fijaciones están apretados y comprobar su calidad antes de pasar al siguiente vehículo.

 

Los técnicos colocan cuidadosamente los volantes y los asientos, repletos de funciones tecnológicas, con herramientas especiales para garantizar su correcto ajuste, y trabajan en la carrocería del coche para instalar los parachoques alrededor de los sensores y colocar los faros en la parte delantera y trasera.

 

Mientras tanto, entre el rítmico sonido de las máquinas de coser, los trabajadores experimentados cogen enormes tiras de cuero, las marcan para anotar cualquier imperfección y luego las transfieren a una máquina de corte para garantizar que solo se utilicen las piezas más finas para la tapicería del coche.

 

Al final de la línea, el vehículo terminado se aleja majestuosamente, listo para someterse a extensas pruebas y controles de calidad. Y entonces, al día siguiente, llegan más coches inacabados y el baile vuelve a empezar…