Desvelado en el Salón de Ginebra de 1980, el nuevo Mondial 8 era mucho más que el sucesor del 308 GT4 y su estilo marcó el retorno de los coupé 2+2 con motor central V8 y altas prestaciones al catálogo de Pininfarina. El Mondial 8 tenía una distancia entre ejes 10 centímetros más larga que la del modelo anterior, lo que le permitía disponer de más espacio en los asientos traseros. Un buen tratamiento anticorrosión, la cuidada atención por los detalles y un interior más ergonómico, junto a un motor de altas prestaciones líder en su categoría, completaban el perfil de un modelo que realmente se podía definir como el primer “coche mundial” producido por Ferrari.