Con un motor que se basaba en la evolución del cuatro cilindros tipo 555, el prototipo hizo su debut en Monza, en 1954, y logró la primera y segunda plazas. El propulsor, con doble árbol de levas en cabeza y una potencia considerable, tenía un par muy elevado, lo permitía sacar mucho partido a la conducción. Las carrocerías de casi todos los ejemplares fueron construidas por Scaglietti sobre un diseño de Dino Ferrari. La más importante de las victorias logradas por el 750 Monza fue la del Tourist Trophy de 1954.