El motor Ferrari de 4 cilindros en línea comenzó su carrera en el Campeonato de Fórmula 2 de 1950. Este propulsor demostró ser ganador, tanto en circuitos revirados como rápidos, por lo que se decidió transferir la tecnología a los sport prototipos. Las pruebas realizadas sobre un chasis 250 MM dieron resultados esperanzadores. El motor, al que se subió la cilindrada hasta 3.000 cc con el aumento del diámetro de los cilindros, hizo su debut en el nuevo 735 S, y demostró su potencial ya en la primera salida, en la pista de Senigallia. Las carreras siguientes confirmaron su idoneidad y, por ello, decidieron seguir con el desarrollo.