Debido al trágico accidente de Le Mans en 1955, los franceses pusieron un límite de 2.500 cc a los prototipos para la carrera del año siguiente. Fue entonces cuando se hizo a toda prisa el 625 LM, aumentando la cilindrada del motor del Testarossa, un cuatro cilindros de dos litros, y reemplazando los carburadores existentes por unos Weber 42 DCOA/3 de doble cuerpo. Aunque el 625 LM acabó tercero en Le Mans, con el dúo Gendebien/Trintignant, Ferrari nunca más corrió oficialmente con él.