En su estreno en el Salón del Automóvil de París de 1976, el 512 BB estaba equipado con una versión de 5 litros del motor bóxer de 12 cilindros. El nuevo propulsor tuvo un gran éxito: daba la misma potencia pero a menos revoluciones, tenía más par y respondía de forma más suave que la versión anterior del 365 GT4 BB. La carrocería de Pininfarina se diferenciaba sólo en pequeños detalles de la del modelo precedente, lo que la hacía más elegante y contribuía también a mejorar la refrigeración del motor.