Los diferentes modelos de la serie P se desarrollaron en un periodo de cuatro años que comenzó en 1964. La primera evolución llegó en 1965, con el 275 P2, un prototipo muy similar al 330 P2 pero con una cilindrada superior. Debutó en Monza con una victoria de Parkes y Guichet, quienes se impusieron a su “hermano mayor” pilotado por Surtees y Scarfiotti. Los modelos más vanguardistas siempre fueron utilizados por los pilotos oficiales de Ferrari, que batallaron duramente contra sus grandes rivales.