Este modelo se suma a la extensa y exitosa serie P de sport prototipos, que se inició con el 250 P. La denominación 275 P hace referencia, por un lado, a la cilindrada unitaria, es decir, de cada cilindro; y, por otro, la letra P lo distingue como un prototipo. El incremento de la cilindrada buscaba mejorar las prestaciones y la fiabilidad para carreras de resistencia. El motor fue utilizado también en la serie 250 LM, después de que la FIA rechazara su homologación como vehículo de la categoría GT. Por supuesto, la experiencia adquirida por Ferrari en competición se empleó en mejorar los coches de producción en serie, a los que se montaron motores con una cilindrada similar a la de los sport prototipos.