El motor tipo 166 de 2 litros dio lugar a una amplia gama de modelos en versiones sport prototipo y monoplaza. De hecho, el 166 Sport representa el punto de encuentro entre las dos categorías porque, como se explica en un catálogo de aquella época, se podía adaptar para carreras internacionales (de ahí el nombre Inter) como biplaza y como monoplaza. Esto fue posible gracias a que las luces y los guardabarros podías montarse y desmontarse según la reglamentación, lo que le convertía en un modelo multiusos.