Desarrollado a partir del 125 S, al que se incrementó la cilindrada del motor hasta los 1.903 cc, retocando el diámetro y la carrera. Este modelo fue creado con carrocería integral o con paragolpes separados, y se prestó especial atención a mejorar el coeficiente de penetración aerodinámica. Sólo se utilizó en tres carreras, pero dio a Ferrari su primera victoria internacional, el Gran Premio de Turín, que ganó Raymond Sommer en 1947.