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Pasión

Dentro de la máquina

Durante mucho tiempo, Ferrari ha adoptado la tecnología para mejorar el rendimiento, y una parte clave de su arsenal es el simulador de conducción de Fórmula 1
Texto: Jason Barlow - Vídeo: Oliver McIntyre

Un elemento clave del arsenal tecnológico de Ferrari es el simulador, una herramienta que ha utilizado el equipo de Fórmula 1 durante gran parte de las dos últimas décadas. Su importancia como ayuda al desarrollo se aceleró enormemente cuando la FIA prohibió las pruebas durante la temporada en 2009.

Con un límite de costes escrupulosamente controlado, el desarrollo de un nuevo coche de Fórmula 1 es más que nunca competencia del mundo virtual. Recientemente, la Scuderia Ferrari ha empezado a utilizar un simulador completamente nuevo, cuya correlación con el mundo «real» y la capacidad de validación es tan buena que los pilotos que lo emplean afirman que tiene una precisión del 98 %. 

Mira un video exclusivo donde Marc Gené explora el simulador en Maranello

Pero eso no significa que el sistema anterior no sirva. De hecho, está muy vivo, como explica Filippo Petrucci, responsable de F1 Clienti, XX Programme y el taller Corso Pilota. «Este simulador lo han utilizado todos los pilotos hasta 2022. Ahora que la Scuderia se ha pasado al simulador de última generación, se destinará a los equipos de competición de clientes de Ferrari, así como al programa LMH. También pensamos que estaría bien poder ofrecer a los clientes del programa Corse Clienti la oportunidad de conducir el moderno turbo híbrido V6, especialmente a los que poseen y están familiarizados con los antiguos modelos V8, V10 y V12».

Los beneficios para el equipo de competición están bien documentados. 

«En un coche se pueden hacer grandes cambios con un gasto mínimo», continúa Petrucci. «Se puede modificar la configuración de un coche, incluso cambiando la longitud de la batalla, algo que sería casi imposible de hacer en el mundo real. El simulador se utiliza para la puesta a punto, sobre todo cuando el equipo se prepara para correr en un circuito nuevo. Los pilotos de pruebas de Ferrari también pueden trabajar en tiempo real en los cambios de reglaje con el equipo de carreras, independientemente del lugar del mundo en que se encuentre».


El simulador ofrece una selección de algunos de los circuitos más famosos del mundo: Monza, Barcelona, Silverstone, Imola, Nürbürgring, Zandvoort, SPA Francorchamps y Mugello

Hay una constante demanda del simulador; Petrucci calcula que solo está disponible para los clientes 15 días al año. Por la mañana hay una sesión de entrenamiento en la que se explican las diferencias entre un coche de Fórmula 1 de la vieja escuela y la última versión híbrida. Esto incluye desentrañar las complejidades de la recuperación de energía, el DRS y el formidable volante de última generación. 

«El cliente puede adaptar la experiencia, pero nosotros recomendamos dos circuitos durante el día», afirma Petrucci. «En la sesión de la mañana sugerimos Barcelona porque es representativa y tiene algunas curvas rápidas con mucha carga aerodinámica. Por la tarde, el cliente puede elegir el circuito que desee. Un instructor supervisa al conductor en tiempo real y le ofrece formación a través de un enlace de comunicaciones. En la sala de control también hay dos ingenieros que supervisan toda la telemetría de la que dispone el equipo de Fórmula 1.


El embajador de la Scuderia Ferrari, Marc Gené, trabajó en estrecha colaboración con los ingenieros expertos que pueden proporcionar un análisis dinámico y detallado del viaje

»La respuesta que recibes es casi idéntica a las sensaciones que sientes en el coche en un circuito. Todo se puede reproducir, incluida la composición exacta del asfalto y la degradación que sufren los neumáticos. Puedes controlar todas las variables. Ha habido una evolución continua en cuanto a los gráficos, en lo detallada que es la respuesta para el piloto, el tacto del pedal, las vibraciones que se transmiten al conductor, en todo. Los coches de Fórmula 1 contemporáneos son más grandes y pesados, quizá menos ágiles. Pero los neumáticos también son más grandes, hay más agarre mecánico y aerodinámico, y mucha más carga vertical. Ponte al volante de un coche con características de 2017 y la diferencia para el conductor es más que evidente».

Los diseñadores e ingenieros de simuladores hablan de la latencia, que en realidad es la diferencia entre lo que ocurre en el simulador y las condiciones reales de carrera. En el último simulador de Ferrari, este tiempo es ahora inferior a cuatro milisegundos, mientras que el ancho de banda del sistema es de más de 55 Hz en lo que se denomina seis «grados de libertad» (GDL). Es la forma técnica de describir con qué precisión se procesa y se transmite al conductor y a lo que se llama su sistema «vestibular» la información de la pantalla principal en cada plano de movimiento. Cuanto menor sea la latencia, más rápido podrá responder el conductor a fenómenos dinámicos como el subviraje o el sobreviraje. 

Antes de ingresar a la cabina, los ingenieros brindan información sobre cómo usar las paletas montadas detrás del volante y qué marchas usar en los puntos decisivos de los circuitos

Petrucci, que formó parte del equipo de Fórmula 1 de Ferrari desde 1995 hasta 2015, considera que la generación más joven de pilotos —aquellos cuyo talento natural se vio potenciado al crecer en una era definida por los juegos de ordenador— se adapta con más rapidez a los desafíos del simulador. En última instancia, se trata de ganar confianza en un entorno ultrarrealista, pero también totalmente seguro, con la ayuda de expertos para reducir el tiempo por vuelta. Le pregunto qué tipo de mejora puede esperar un conductor. Petrucci vuelve a sonreír.

«Bueno, hubo un cliente que bajó 20 segundos su tiempo por vuelta en Barcelona... Normalmente cabe esperar una mejora del tiempo por vuelta de entre seis y siete segundos. El simulador es realmente una herramienta muy eficaz, además de ser muy divertida».