Ya desde el principio, la Ferrari Challenge ha contado con un coche elegido entre los de la gama de calle, sabiendo que los GT producidos en Maranello tienen un alma deportiva y son excelentes para la competición. El actual F430 cumple ciertamente con ese perfil: el motor V8 de 490 CV es estrictamente de serie, al igual que la estructura general del vehículo.