Las líneas del Challenge Stradale, igual que las del 360 Modena y las del 360 Spider, se hicieron con el objetivo de proporcionar a los conductores las prestaciones que sólo un verdadero coche de carreras para uso en carretera podía dar. La experiencia adquirida en los campeonatos Ferrari Challenge Internacional y en las carreras FIA GT han permitido a los técnicos de Ferrari desarrollar soluciones que hacen del Challenge Stradale un coche realmente único.