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Autentificados pieza a pieza

El Certificado de autenticidad garantiza la pureza de pedigrí de los Ferraris clásicos. Para otorgarlo, los expertos del departamento Ferrari Classiche bucean en los incomparables archivos de Maranello, donde se conserva el ADN original de todas las piezas de cada vehículo
Texto – Alessandro Giudice
Tomemos, por ejemplo, el chasis número 08653, un 275 GTS Spider color rubí de Pininfarina que en su día perteneció a un icono de la elegancia como era Steve McQueen. Cuando lo compró era negro, con interiores en cuero Franzi y acabados a juego, llantas de radios y neumáticos Dunlop.
Conocemos todos estos detalles por la precisión absoluta que Enzo Ferrari exigía a cada área de la empresa. Esto ha dado lugar a un archivo histórico inigualable que documenta hasta el último dato de la fabricación de cada vehículo, además de cualquier trabajo posterior a la venta que se realizase en la fábrica, en concesionarios oficiales o en centros de asistencia autorizados.

Por ejemplo, sabemos que el cambio de pintura del GTS de McQueen de negro a rojo rubí se realizó en una carrocera californiana utilizando el Rosso Rubino del catálogo de Ferrari. El color es solo una de las muchas especificaciones que se añaden al libro de Certificación solicitado por el actual propietario de este precioso 275 GTS Spider.
Image from 50th issue of TOFM

Andrea Ceccarelli/Red Focus

El impresionante 275 GTS preparado para la inspección. En segundo plano se encuentran algunos de los miles de documentos almacenados en los archivos técnicos de Ferrari Classiche Créditos fotográficos: Andrea Ceccarelli - Red Focus

La certificación se realiza para demostrar la autenticidad de un automóvil y garantizar que se ajusta a su diseño homologado. Se trata de un proceso complejo que se basa en los documentos originales conservados en los archivos de Ferrari, y uno de los elementos claves para llevarlo a cabo es la Scheda Vettura del automóvil, la ficha de especificaciones del vehículo.

“En Ferrari guardamos un archivo de cada chasis y en él se detallan todos los componentes instalados en el coche”, explica Andrea Modena, responsable del departamento Ferrari Classiche. “Es una ficha de fabricación que enumera todos los componentes del automóvil, desde los colectores y amortiguadores hasta el tipo de tubo de escape instalado. Es decir, cada detalle del vehículo”.
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Andrea Ceccarelli/Red Focus

La insistencia de Enzo Ferrari en documentar cada etapa del trabajo de cada coche ha dado lugar un archivo histórico incomparable Créditos fotográficos: Andrea Ceccarelli - Red Focus

Por ejemplo, sabemos que el 275 GTS de Steve McQueen (chasis n.º 08653, diseño n.º 563) tenía instrumentos Borletti calibrados en millas, frenos hidráulicos Girling G50 y una bomba Bendix extra que servía de bomba auxiliar.

Como complemento a la ficha de fabricación, Ferrari también conserva todas las listas de materiales de producción y las listas de diseños de cada componente del coche. Toda esta documentación técnica, junto con los documentos de venta, proporcionan el punto de partida. A continuación, Ferrari Classiche comprueba que el vehículo se ajusta al diseño original.

Realiza diferentes comprobaciones para asegurar que los códigos que figuran en las principales unidades, como el motor, la caja de cambios y la suspensión, coinciden con los originales. “Sabemos que pueden falsificarse o manipularse —afirma Modena— así que comprobamos incluso los números de fundición y carrocería, unos códigos secretos que guardamos en nuestro archivo y nos permiten cruzar los datos para ver si hay discrepancias”.
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Andrea Ceccarelli/Red Focus

El departamento de Classiche cuenta con abundante documentación sobre cada vehículo. En la imagen, Steve McQueen con su esposa Neile Adams y el 275 GTS Créditos fotográficos: Andrea Ceccarelli - Red Focus

Cuando vemos que algún componente se ha sustituido por un recambio original de Ferrari, lo comprobamos en la ficha SAT (Servicio de Asistencia Técnica), donde están registrados todos los trabajos de mantenimiento programados y no programados. El objetivo es confirmar que las piezas se reemplazaron por recambios fabricados siguiendo los métodos originales.

El Certificado de autenticidad, firmado personalmente por Piero Ferrari, lo expide un comité formado por nueve miembros externos que evalúan el proceso de verificación y certifican cualquier excepción, por ejemplo, la de ciertas piezas cuyo origen ya no puede trazarse.
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Andrea Ceccarelli/Red Focus

Las comprobaciones se llevan a cabo meticulosamente, paso a paso, utilizando como referencia la documentación técnica original del modelo y las especificaciones del chasis Créditos fotográficos: Andrea Ceccarelli - Red Focus

Una demostración reciente del nivel de minuciosidad del proceso nos la proporcionó un 250 GTO enormemente valioso. Los técnicos se dieron cuenta de que el chasis no coincidía con el especificado en la Scheda Vettura. Al investigar por qué se había modificado el chasis, Ferrari Classiche descubrió unos planos originales del segundo prototipo del GTO donde se detallaba el trabajo realizado para alojar un depósito de combustible más grande.

A veces, la línea que separa un ejemplar falso de uno auténtico es muy delgada, pero la solución se encuentra en la impresionante exhaustividad de los archivos. Una prueba de que incluso las leyendas se crean pieza a pieza, al igual que un hermoso mosaico.