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La perfección de los detalles

Para su Ferrari Monza SP2, el empresario bávaro Stefan Mayr quería algo exclusivo, así que encargó a los especialistas de Tailor Made que añadieran toques personalizados que realzaran la deportividad del coche y a la vez resaltasen su estética clásica
Texto: Roland Löwisch / Fotografía: Dirk Bader

Cuando Stefan Mayr necesita un descanso, limpia. En concreto, sus coches.

«Nadie quiere ayudarme a hacerlo, así que puedo relajarme», sonríe este empresario inmobiliario muniqués de 48 años. Sin embargo, en su escaso tiempo libre, el empresario bávaro tiene que elegir cuidadosamente cuál de sus 25 joyas de Ferrari recibirá su atención.


El pasado mes de diciembre se incorporó un modelo muy especial: un Ferrari Monza SP2. Por supuesto, de Tailor Made; es la barchetta perfecta. «Un regalo de Navidad para mí mismo», comenta jovialmente. 


Quien piense que Mayr debe de haber crecido con los rosse de Maranello está muy equivocado. No descubrió los incomparables deportivos italianos hasta 2012. «Mi primer Ferrari fue un FF azul», recuerda este padre de dos adolescentes. Dos años después llegó un 458 Speciale, seguido de un F12. 


La eliminación del parabrisas ahorra peso, aunque «las gafas salen volando a 30 km/h»

Entonces Mayr entró en la historia con la compra de un 250 GT Pininfarina Coupé. Así que compró, vendió e intercambió. «Pero en algún momento decidí no vender más coches en la medida de lo posible», asegura y añade que se arrepiente amargamente de haber vendido un F50 y un 250 GT SWB. Fue así como comenzó a forjarse una colección que, en última instancia, también le permitió entrar en la corta lista de clientes a los que Maranello ofrece sus codiciados modelos especiales de edición limitada. 

Los Monza SP1 y SP2 marcaron el inicio de la serie Icona de Ferrari en 2018, modelos especiales producidos en números muy limitados que evocan coches emblemáticos de la historia de la empresa. En el caso del Monza, las referencias fueron el 750 Monza, el 166 MM y, sobre todo, el 860 Monza de 1956, este último con un motor de cuatro cilindros, 3,5 litros y 310 CV sobre el chasis de un 290 MM. 


Al ofrecer una visión sin obstáculos de la carretera, el Monza SP2 permite que el conductor se sienta más seguro y en armonía con el coche  


Con él, la Scuderia ganó ese mismo año el Campeonato del Mundo de Sport-Prototipos. Bajo la magnífica estructura monocasco de los SP1 y SP2, caracterizada por sus pequeñas puertas de tijera y sus distintivos carenados delanteros, se oculta la tecnología del Ferrari 812 Superfast. El V12 atmosférico de 810 CV del Monza tiene 10 caballos más que el 812 Superfast, una hazaña lograda gracias a la optimización de la dinámica de flujos en los conductos de admisión. Solo se fabricaron 499 Ferraris Monza SP1/SP2. No es de extrañar que se vean tan poco. 

«Quería mi Monza con los colores clásicos, es decir, blanco y azul», apunta Mayr —que se hizo con el Ferrari Monza Tailor Made a finales del año pasado— para explicar su elección de colores tras conducir su preciado diamante al lugar de la sesión fotográfica en Messestadt Ost, a pocos kilómetros al este de Múnich. 

La barchetta no viene de serie con las clásicas rayas de competición; las líneas azules se crearon con ayuda de los diseñadores de Ferrari. Mayr encargó cuero vintage azul con costuras blancas para el interior y luego se añadieron algunos toques finales, como los colores de la bandera italiana en las levas y en la parte trasera. Un guiño a Michela, su colega italiano. Por eso se decidió por el biplaza: «Queremos tener experiencias juntos con él».


Este Monza SP2 presenta algunos toques Tailor Made, como el cuero azul vintage con costuras blancas del interior y los colores de la bandera italiana de las levas

La gran colección de Mayr no solo está pensada como fondo de reserva para tiempos difíciles: todos y cada uno de sus coches, a excepción del 488 Challenge de competición, están matriculados y pueden conducirse durante todo el año. Tiene muchos para elegir —incluidos, entre otros, un 365 GTS4 («Daytona Spyder»), un 288 GTO, un F40, un LaFerrari Aperta y un GTC4Lusso— y todos están en perfecto estado. 

La sesión de fotos ha terminado y es hora de llevar el Monza SP2 de vuelta al garaje de casa. En Múnich se prevé tormenta —como suele ocurrir durante el largo y húmedo verano del sur de Alemania— y el SP2 necesita un techo sobre su cabeza. El doce cilindros arranca con un impresionante estruendo y la feliz pareja pone rápidamente la barchetta a cubierto.

Es posible que después Stefan Mayr necesite otra hora libre. Probablemente limpiará su Monza SP2...