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Diversión en la nieve

Tenemos la oportunidad privilegiada de ver a dos pilotos con pedigrí —Andrea Bertolini, campeón de GT y piloto oficial de Ferrari, y Lilou Wadoux, estrella emergente de GT— enfrentándose a carreteras heladas mientras ponen a prueba el Purosangue
Texto: Gianemilio Mazzoleni - Fotos: Philipp Rupprecht

Nada puede dejarse al azar en la primera aparición pública de una estrella que se niega a ser igual a las demás. De ahí que el Purosangue haya decidido ponerse a prueba con periodistas y bajo la exigente mirada del público de Madonna di Campiglio, en las espléndidas montañas del Trentino (Italia).

Una ubicación idílica —en un escenario montañoso muy elegante— para lucir su belleza única y a la vez reafirmar su personalidad polifacética en un entorno de exigentes carreteras cubiertas de nieve. Los dos probadores de The Official Ferrari Magazine son igualmente excepcionales: Andrea Bertolini, con un palmarés de 10 títulos internacionales de GT y 33 años como piloto oficial de Ferrari, y Lilou Wadoux, de 21 años, la primera piloto oficial de Ferrari Competizioni GT, que debutará en Sebring al volante de un 296 GT3. 


Mira cómo dos pilotos profesionales de GT ponen a prueba el Purosangue en carreteras sinuosas y cubiertas de nieve en lo alto de los Alpes italianos

El primer contacto se produce en el aparcamiento del hotel. Entre el aluvión de relucientes «station wagons» 4x4 y todoterrenos, el Purosangue destaca inmediatamente entre los modelos actuales de deportivos de lujo de cuatro puertas. Lilou y Andrea dan vueltas a su alrededor, señalando detalles e intercambiando sonrisas. «El diseño es fantástico. El Purosangue tiene un aspecto compacto y unas líneas aparentemente sencillas que lo distinguen de cualquier otro automóvil. Pero incuestionablemente es un Ferrari», es la primera impresión de Lilou.

Es hora de subir a bordo del Purosangue y abandonar el centro de Madonna di Campiglio —con sus chalés y su glamour discreto y sofisticado— para dirigirse a las montañas bañadas por la luz dorada que reflejan las Dolomitas, sede de más de 160 kilómetros de pistas de esquí. 

Sea cual sea el espíritu con el que uno se ponga al volante, el rugido de los 12 cilindros en las curvas que conducen al refugio de montaña de Patascoss no deja lugar a dudas sobre el ADN del Purosangue. 


Los pilotos de Ferrari GT Andrea y Lilou fueron unánimes en sus elogios al Purosangue y su rendimiento en los Alpes, describiéndolo como «un modelo que dejará huella en su historia»

«La cantidad de contenido técnico a bordo del Purosangue es impresionante», comenta Andrea. «Hoy me ha sorprendido mucho la facilidad de conducción en las curvas, en las subidas, en cualquier situación que exige agarre. Enseguida te lo pone fácil y es extremadamente placentero de conducir, tanto para los pilotos noveles como para los más experimentados».

El campo de pruebas definitivo está más allá del refugio de Patascoss, a lo largo de la carretera de los 5 lagos, una ruta normalmente reservada a los gatos monteses y las motonieves. El suelo está helado, la ruta muy ondulada. Lilou no puede contener su espíritu de carrera y pisa el acelerador a fondo. Sin embargo, los sensores de desplazamiento 6D, los frenos ABS-Evo, la transmisión de la tracción total de gran agarre y la dirección trasera 4RM-S Evo mantienen todo firmemente bajo control. Al final del bosque, el camino se abre a una vista impresionante. Una gran terraza natural domina las doradas Dolomitas de Brenta por un lado y los picos graníticos de la cordillera Adamello por el otro. 


El sistema de suspensión activa a bordo del Purosangue es una primicia mundial y permite que el automóvil navegue por sinuosas carreteras alpinas con facilidad

El Parque Natural Adamello-Brenta se extiende hasta donde alcanza la vista, con sus característicos pastos, lagos forestales y glaciares. En este gran claro, Andrea también da rienda suelta a su espíritu de competición, derrapando varias veces como si estuviera al volante de un coche de carreras GT.

La prueba final consiste en llegar a una cabaña de montaña en la blanca llanura de Campo Carlo Magno, con el espectacular telón de fondo de los picos nevados, para almorzar. El sol del mediodía ha derretido la capa superior de nieve, las curvas tienen hoyos donde la nieve se ha reblandecido, pero nada parece inquietar al Purosangue, que sube con elegancia sin perturbar a sus pasajeros.


El estilo asombroso del Purosangue resultó ser un éxito entre los esquiadores en las pistas italianas, y muchos hicieron fila para tomarse fotos con el nuevo Cavallino Rampante

En la cima, la carretera termina justo al lado de las pistas. Como un imán, el Purosangue atrae la atención de los esquiadores. Hay innumerables peticiones de selfis con el «rosso». Un cliente de Ferrari lo ve de cerca; había encargado uno habiéndolo visto solo en una foto. «En la vida real es aún más hermoso de lo que había imaginado. ¡Qué emoción!», exclama.

Andrea afirma con seguridad: «El Purosangue es la expresión de las emociones que un Ferrari puede suscitar al volante. Es un auténtico superdeportivo, pero al mismo tiempo es fácil de usar a diario en cualquier tipo de clima y condiciones de adherencia. Creo que, con este coche, Ferrari ha creado un modelo que dejará huella en su historia».