El hilo conductor es un libro encuadernado en piel, llamado La Nuova Dolce Vita, que el protagonista encuentra en una tranquila calle de Roma y lo transporta a países tan lejanos como China, Corea del Sur, Rusia y Londres, donde lo firman célebres artistas especializados en diversas disciplinas, que abarcan desde la cocina hasta el ballet y la fotografía. 

Para este último viaje, a lo largo de las sinuosas carreteras montañosas de Sicilia, subiendo a través del paisaje lunar del Etna y bajando a las antiguas calles de las barrocas ciudades sicilianas, el Ferrari Roma y su preciada posesión, La Nuova Dolce Vita, no van acompañados de uno o dos artistas, como en las demás salidas anteriores, sino de toda una comitiva compuesta por más de cien ejemplares del Cavallino Rampante.

El Ferrari Roma con motor V8 turbo, pilotado por el Director Comercial y de Marketing de Ferrari, Enrico Galliera, iba a la cabeza de este desenfadado e inspirador encuentro de la familia Ferrari, que salió de la parte más alta de Taormina, una bonita ciudad de origen romano. Los aficionados no tardaron en congregarse para contemplar algunos de los raros y antiguos modelos de Ferrari que estaban desfilando por sus calles. 

Cuando el Roma descendía por la montaña, parecía fluir con el paisaje con su elegancia y su estilo distintivos: una representación contemporánea del estilo de vida tranquilo y placentero de las generaciones de sicilianos que recorrieron estas carreteras antes que él. 

Después, la comitiva regresó, al son de los motores, hasta la plaza de Taormina, donde los invitados se retiraron para prepararse para la velada, que se celebró en el antiguo anfiteatro romano y puso fin al viaje de La Nuova Dolce Vita. Un estilo de vida verdaderamente personificado por algunos de los mejores artistas del mundo y la elegancia atemporal del Ferrari Roma, que recorrió el mundo para recibirlos.