Una Cavalcade por la costa

Conducir por algunas de las carreteras más pintorescas de Italia, parando delante de palacios y plazas de una belleza espectacular y "recorrer" la magnífica isla de Capri.  Este fue el fascinante programa de la octava Ferrari Cavalcade, que llevó a más de 100 Ferraris de todo el mundo por los magníficos paisajes de la Campania.

Un año más, la Cavalcade ha ofrecido experiencias de conducción únicas a los ferraristas; rutas de ensueño para que pudieran apreciar plenamente las prestaciones de los coches actuales de Ferrari.

Empezando por la nacional 163 de Amalfi —para muchos la carretera panorámica más espectacular de Italia—, que enlaza algunos de los pueblos más bellos de Italia, como Sorrento o Positano, enclavados con sus palacios en espectaculares acantilados que dan a unas bahías y calas sin igual. El viaje estuvo repleto de sorpresas y los participantes pudieron disfrutar, al volante de su Ferrari, de una variedad de paisajes que solo la región de Campania puede ofrecer, como la zona del interior, menos conocida pero fascinante, que va desde el Parque del Partenio hasta las laderas del Vesubio. Con una sorpresa final.

El tour comenzó el martes 18 de junio con una visita a la ciudad de Benevento, donde los Ferrari fueron el centro de admiración en Corso Garibaldi. Al día siguiente los coches se colocaron en el paseo marítimo de Salerno, antes de recorrer las curvas de la costa hasta llegar a Sorrento. El 20 de junio, el Palacio Real de Caserta y el centro de Nápoles fueron el escenario de la Cavalcade, con parada en la Piazza del Plebiscito. Pero la verdadera sorpresa fue el último día, cuando todos los coches desfilaron por las calles de la fabulosa isla de Capri, un privilegio que, en verano, está reservado exclusivamente a los residentes. 

El sendero que sube entre el puerto y la ciudad de Anacapri permitió admirar, en cada curva, la mágica belleza de la isla, desde el Faraglioni hasta la bahía de Marina Piccola. Por una vez, Capri tuvo que compartir la admiración de turistas y lugareños con el desfile de los Ferrari. Más de 200 coleccionistas y aficionados formaban los equipos procedentes de más de 20 países, con una amplia representación de Europa, Estados Unidos y Oriente Medio, además de numerosos participantes de Extremo Oriente, Nueva Zelanda y Australia.

Por su parte, la selección de modelos fue de lo más variada: se vieron coches contemporáneos como el Ferrari Portofino y el 488 Pista Pilota, y también series especiales limitadas como el Ferrari Enzo y el LaFerrari Aperta. Estas cifras demuestran el irresistible atractivo de Ferrari que, con este programa excepcional, ha vuelto a ofrecer un gran espectáculo que vincula a la marca de automóviles más famosa del mundo con estos lugares, que son símbolos de la belleza italiana.