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Pasión

Con la cabeza, el corazón y las manos

Para Paolo Scudieri, empresario napolitano, coleccionista de Ferraris y piloto del Challenge, lo que comenzó siendo una carta de admiración hacia il Commendatore terminó desembocando en una colaboración con Maranello de más de 40 años
Texto: Gordon Sorlini
Fotografías: Pietro Masturzo

Cuando pienso en mi larga relación con Ferrari, diría que todo empezó el día que tuve mi primer encuentro con el legendario "Drake".

Recuerdo perfectamente cada momento que pasé con Enzo Ferrari. Me recibió en su despacho a raíz de una carta que le escribí para expresarle mi admiración por su trabajo y mi pasión por Ferrari. No esperaba respuesta, así que me sorprendió mucho cuando, al cabo de unos meses, me llegó una invitación de Maranello.

Scudieri en los boxes del circuito Ricardo Tormo de Valencia en junio en su Ferrari 488 Challenge Evo durante la Coppa Shell Am

Los dos hombres congeniaron y Enzo Ferrari invitó a Scudieri a participar en algunas licitaciones del Cavallino Rampante. A partir de ese momento, ambas empresas empezaron a colaborar. Y Adler Plastic comenzó a fabricar componentes para los modelos de Ferrari, incluidos los más recientes como el Portofino, el SF90 Stradale, el 812 Superfast, el Roma y el flamante 296 GTB. En otras palabras, si eres cliente de Ferrari, es probable que también lo seas de la empresa de Scudieri. 

Scudieri y compañeros de trabajo en la planta Tecno Tessile Adler de la empresa, cerca de Nápoles

A lo largo de estas últimas cuatro décadas, Adler ha adquirido una experiencia y ha desarrollado una competencia sin igual en la elaboración de plásticos y materiales degradados. Es el primer fabricante italiano de sistemas para el confort acústico y térmico de los vehículos y la segunda empresa del mundo en cuanto a tapicerías, paneles de puertas y moquetas, también para vehículos.


Adler Plastic tiene su sede en Ottaviano, una pequeña ciudad situada a unos 20 km al noreste de Nápoles, literalmente en las faldas del monte Vesubio. Celebramos la entrevista en el despacho de Scudieri. En la pared que está detrás de él hay una serie de fotos de coches Ferrari antiguos y modernos, incluido el nuevo Ferrari Monza SP2, que es de su propiedad. «Estos son algunos de los Ferrari que he estado coleccionado a lo largo de los años», dice Scudieri con orgullo, y añade que acaba de encargar un Ferrari Roma. 


Scudieri posa en su pista privada con algunos de los coches de Ferrari de su impresionante colección

De hecho, si alguna vez ha habido una situación «win-win» en la industria de la automoción, sin duda se trata de la relación proveedor-cliente de Scudieri con Maranello. Su colección es impresionante e incluye, entre otros, un Ferrari 250 GT 2+2 de 1962, un 512 BB de 1977, un LaFerrari de 2014, un GTC4Lusso de 2017 y un 488 Challenge Evo, adquirido el año pasado. 


Las carreras Challenge son una de las últimas pasiones deportivas de Scudieri, hasta el punto de que su empresa patrocina el Ferrari Challenge (Europa, Norteamérica y Reino Unido) y el Ferrari Competizioni GT. 


En el vestuario del circuito Ricardo Tormo

«El Ferrari Challenge es un campeonato perfectamente organizado, que te brinda la posibilidad de ponerte a prueba contra rivales técnicamente muy preparados y de poner al límite la competitividad de cada piloto», afirma Scudieri, que debutó en 2020, con el número 101. «Se disputa en algunos de los circuitos más bonitos y emocionantes del mundo, como Mugello, Spa, Imola, Spielberg, Valencia o Brno, entre otros. Son algunos de los circuitos más emblemáticos, verdaderos templos de la pasión deportiva.» Los coches con los que se corre en el campeonato también ayudan: «No puedes estar mucho tiempo alejado de las pistas cuando estás al volante de un coche tan fabuloso e increíble como el 488 Challenge Evo.» 


Y la última pregunta, inevitable para un hombre que ha estado tan inmerso en Ferrari, tanto a nivel profesional como personal: «De todos ellos, ¿cuál es su Ferrari favorito?" Scudieri se lo piensa, darnos una respuesta es casi tan difícil como hacer una ronda del Challenge. «Es difícil de decir, porque los llevo a todos en mi corazón», responde hábilmente. Y, luego, cambia de tema. "Pero sí puedo decirte cuál fue mi primer Ferrari:  un Dino 208 GT4. No se me olvidará nunca. Recuerdo que cuando fui a recogerlo, su color rojo se reflejaba en mis ojos.»