Automóviles

Una amistad Tailor Made

Texto: Marco Della Cava / Fotos: Tyler Gourley

La amistad entre Curt Garner y Yahn Bernier se forjó en torno a su pasión compartida por Ferrari. Ambos se conocieron en el concesionario de Ferrari en Seattle hace aproximadamente una década, una vez que su éxito empresarial —Garner en la industria alimentaria, Bernier en software de gaming— les permitió hacer realidad su sueño de comprar un coche.

Pronto un Ferrari se convirtió en muchos, y entonces, cuando los dos pusieron a prueba sus límites en la pista, entraron en escena los Ferrari Challenge.

Avancemos hasta 2022: esta amistad basada en Ferrari alcanzó su apogeo cuando Garner y su esposa se unieron a Bernier, su mujer y su hija en un viaje a Tailor Made para crear Daytonas SP3 personalizados.

«Fue muy divertido», afirma Bernier, de 57 años. «Cada vez que trabajo con Tailor Made, tengo una idea y acabo saliendo con algo diferente. Es maravilloso. Curt entró pensando que quería un coche plateado y acabó llevándose uno azul. Yo pensaba que nos gustaría uno verde y nos llevamos uno plateado. Sencillamente, no te dejan diseñar un coche feo».

Garner, de 55 años, ríe y asiente ante el recuerdo de su amigo. «Hoy en día, gran parte del mundo del automóvil es transaccional, pero lo que Ferrari ha creado con Tailor Made ofrece experiencias y conexiones que van más allá del metal», explica.

El viaje del dúo a por el SP3 personalizado comenzó con una invitación de Ferrari. Como propietarios de un Monza SP2, Garner y Bernier formaban parte de un pequeño grupo de ferraristas de Seattle que tenían la oportunidad de adquirir uno de los 599 ejemplares. No lo dudaron.

En sus citas de Tailor Made en Nueva York, Yahn eligió un Sanusilver brillante con franjas Rosso F1 2004, mientras que Curt optó por un Blu Elettrico con Glossy Alluminio Lucido y detalles Rosso Fiorano

Ambos llegaron a la conclusión de que su coche debía configurarse a través de Tailor Made, que pone en contacto a los clientes de Ferrari con expertos que ayudan a guiar y dar forma a la creación, y optaron por reunirse en las oficinas de Tailor Made de Ferrari en Park Avenue en Nueva York. Iban acompañados de su familia y de Roberto Perrina, desde hace años asesor de Ferrari en Seattle.

«Nuestras citas eran el mismo día, yo el primero por la mañana», cuenta Bernier sobre su última aventura en Tailor Made. «Esta vez les dije a mi mujer y a mi hija: elegid vosotras los colores y yo solo tendré un pequeño derecho de veto».

La primera elección de Bernier, un tono verde, se descartó cortésmente, y Beth y Cameron, su mujer y su hija, respectivamente, se decidieron por un impresionante tono Sanusilver brillante que hace que el coche, en gran parte fabricado a mano, parezca una bala que se mueve a gran velocidad.

Se añadieron franjas en el capó y la cola en Rosso F1 2004, además de sutiles detalles a lo largo del alerón delantero y las puertas. En el interior, los asientos están tapizados en tejido técnico rojo, con logotipos del Cavallino Rampante cosidos en plata en los reposacabezas y complementados con moqueta en tejido Trilobato negro.

El artículo acabado recuerda al 250 GTO con número de chasis 4153GT, uno de los coches de carreras clásicos más legendarios que existen.

Tras un jovial almuerzo neoyorquino en el que participaron representantes de la división de carreras para clientes de Ferrari —Garner compite actualmente en las categorías superiores de la serie Coppa Shell North America de Ferrari Challenge—, llegó el turno de Garner y Monica, su mujer.

Solo existen 599 Daytona SP3, pero Tailor Made ha convertido los coches de Curt y Yahn en auténticos ejemplares únicos

«Mi postura era que el SP3 es un coche tan especial que debíamos aspirar a una versión especial entre los SP3», recuerda Garner. «Pensaba que debíamos ser audaces».

Esta decisión llevó a la pareja a optar por una deslumbrante carrocería en Blu Elettrico, con una franja del morro a la cola en Alluminio Lucido Brillante y una fina banda decorativa paralela en Rosso Fiorano.

«Mi Monza SP2 es Rosso Fiorano y quería que los dos coches tuvieran un nexo, algo que solo se puede hacer a través de Tailor Made», asegura Garner, y añade que el habitáculo de su SP3 comparte esa superposición de color Rosso Fiorano.

Aquella noche, en Nueva York, los dos amigos, acompañados de nuevo por su familia y algunos otros amigos íntimos de Ferrari, cenaron en un salón privado de uno de los mejores restaurantes italianos de la ciudad, una cena complementada, como acostumbra Bernier, con numerosas botellas de los mejores vinos italianos.

Ambos acumulan ya kilómetros en su SP3: Bernier conduce el suyo de vez en cuando al trabajo o a salones del automóvil, mientras que Garner dice que él y su esposa tienen pensado viajar en su SP3 este verano a los eventos automovilísticos anuales de Pebble Beach en California. Los dos están deseando repetir su viaje compartido a Tailor Made.

«Lo volvería a hacer sin pensarlo y espero que sea con Yahn», sonríe Garner. Bernier asiente enérgicamente. Es fácil darse cuenta de que no es tanto una esperanza como una promesa.