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John Surtees: el mejor de los dos mundos

13 marzo 2017

Texto: Nick Mason & Jason Barlow

En 2013, Nick Mason entrevistó al fallecido John Surtees para The Official Ferrari Magazine


John Surtees, OBE, fue un hombre extraordinario. Ganar el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 y de Motociclismo lo diferencia de cualquier otro deportista en el mundo; es impensable que alguien pueda repetir una hazaña así. Además de competir al más alto nivel —ganó siete títulos mundiales de motociclismo con MV Agusta y el Campeonato de Fórmula Uno de 1964 con Ferrari— también fundó, en 1970, el Team Surtees, corriendo con sus propios coches y ganando el Campeonato de Fórmula 2 en 1972. Tengo que decir que, de todas las entrevistas que he tenido el privilegio de hacer en nombre de esta revista, quizás ésta sea de la que me siento más honrado.

THE OFFICIAL FERRARI MAGAZINE: ¿Se definiría un motociclista nato?

JOHN SURTEES: Más bien diría que llevo la competitividad en la sangre. La mayoría de los deportistas tienden a ser competitivos. Después de la guerra, mi padre se hizo distribuidor de motos de la marca Vicent en el sur-oeste de Londres y le encantaba conducir lo que vendía. Tenía que participar en una carrera de velocidad y su acompañante no se presentó, así que me puse uno de sus monos (que me quedaba un poco grande). La Vicent era rápida y ganamos. Lamentablemente, como yo era menor de edad nos descalificaron. Pero ahí es donde empecé.

 

NICK MASON: ¿Recuerda su primera victoria de verdad?

JS: Fue en Aberdare, Gales, probablemente una de las carreras más importantes de mi vida.

Es magnífico cuando conectas y te acoplas perfectamente con la máquina. Tienes que formar parte de ella. Eso es lo que ocurrió ese día. De repente, me estaba hablando. ¡En ese momento me convertí en un piloto de carreras!

 

NM: ¿Puede explicarnos la técnica de sus deslumbrantes salidas?

JS: Lo primero es salir de inmediato. Sentir el momento en que la bandera estaba a punto de bajar. En segundo lugar, conocer perfectamente tu moto. Saber que el motor se encenderá en ese instante. Lo importante era la salida y la primera vuelta. Como se puede ver en alguien como Vettel, lograrlo significa lograr un grado de control inestimable. En aquella época no teníamos la misma fiabilidad que hoy. Uno se comprometía, a menudo ya al principio de la carrera. Pero cuando alguien está en lo cierto, mantiene un cierto nivel de coherencia. Te pueden acusar de ser predecible, pero ¿no podemos apreciar a un artista en el trabajo?

TOFM: Es sabido que rechazó a Ferrari durante las negociaciones iniciales. 

JS: Me acuerdo de mi primer encuentro con el Viejo, en Módena. Recuerdo que pensé: «No. Me estoy metiendo en la boca del lobo y no lo conozco lo suficiente». No estaba preparado. Había hecho un año de carreras extrañas. Lotus me ofreció la posición número uno, pero hubo diferencias contractuales, así que me fui, lo que me dejó sin coche y sin escudería. Y entonces me llamó Ferrari: «¡Ven a vernos! ¡Todo ha cambiado! Vamos a hacer F1, el campeonato de prototipos Sport, podrás ser piloto de pruebas y el número uno». Yo había estado en MV Agusta en una fase parecida, cuando estaban un poco más abajo. ¡No lo sé, tal vez me gustara la idea de estar con un equipo italiano cuando no estaba precisamente en su máximo apogeo!

 

TOFM: ¿MV Agusta le preparó para Ferrari?

JS: En parte. No hay que olvidar que el conde Agusta no contaba con una larga tradición en el mundo del automovilismo, se trataba más de una cuestión de prestigio personal. Se apasionó mucho por este mundo, pero era difícil obtener resultados. Enzo era, sin duda, una persona cuya vida se había forjado en torno al deporte de motor, así que era diferente. La tragedia de su hijo repercutió sin duda en la manera de hacer las cosas. Dejó de tener contacto con las carreras reales, por lo que mi mayor problema fue la información incorrecta que a menudo se le transmitía. Sus técnicos solamente le decían lo pensaban que él quería oír, por lo que muy a menudo Enzo no tenía un cuadro real de la situación. Recuerdo que Fangio me decía: 'Stai attento. Molto pericoloso ... '

TOFM: Enzo era famoso por llevar siempre los ojos ocultos. ¿Se quitó las gafas alguna vez, literal o metafóricamente?

JS: En raras ocasiones. Enzo era un gran fan de Mini e incluso había pensado en montar las suspensiones en sus coches. Su chofer lo llevaba a su casa de la costa adriática, y él iba sentado en el asiento del acompañante. Recuerdo viajar con él en el Mini y en ese contexto era otra persona completamente diferente. En Maranello, era prácticamente un rey.

 

NM: Con Ferrari mantuvo una relación de éxito, aunque turbulenta.

JS: [pausa] Yo era impetuoso. Era más joven y más agresivo. Mirando hacia atrás ahora, podría haber razonado de otra manera. Dicho esto, aún me siento, igual que entonces, parte de la familia Ferrari. No estaba de acuerdo con todo lo que se hacía, pero así es como ocurre en las familias, ¿no?

TOFM: La 24 Horas de Le Mans de 1966 fue crucial ...

JS: [El jefe del equipo Eugenio] Dragoni me dijo: «El Sr. Agnelli está en la tribuna, así que nos gustaría que [Ludovico] Scarfiotti —que era su sobrino—iniciara la carrera». Me gustaba Ludovico, me gustaban todos los pilotos, excepto uno, que no voy a nombrar, pero la idea no me gustaba. «¿Estamos aquí para correr? Me habéis criticado después de Spa. ¿Ya no encajo? Parece que no. ¡Adiós!» Salí y volví a Maranello. Busqué al Viejo. [larga pausa] No fue un buen encuentro. [Sacude la cabeza] Nada bueno. Hay una foto de mí saliendo de las puertas de la fábrica con el titular: "El divorcio". Podría haber actuado de otra manera. Podía haber ganado al menos otro campeonato más con Ferrari. Prefiero recordar lo que dijo el Viejo me dijo en Imola muchos años más tarde, cuando cambiaron el nombre al circuito en honor a su hijo Dino. En ese momento, también estaban lanzando el F40. Me dijo: «Debemos recordar los buenos tiempos y no los errores.»