Pasión

Construidos con pasión

Texto y fotos: Milos Vojar

Con Ferrari no solo te enamoras, sino que respondes, al instante y visceralmente. El rugido, la forma, la precisión: habla el idioma de la velocidad, el prestigio y el dominio nativo del cerebro. Ferrari no pide atención: la exige. Y empuja a sus aficionados a expresar su pasión de las formas más creativas y sorprendentes. Destaca la singular interpretación de Milan Paulus.

Durante los últimos dieciséis años, Paulus ha convertido su apartamento, escondido en un tranquilo rincón de la República Checa, en un homenaje privado a la historia automovilística de Ferrari. En su interior ha creado más de noventa réplicas de Ferraris. No son kits ni son de plástico, sino enteramente de papel.

A escala 1:6, cada máquina es una proeza de paciencia y precisión. Los pasos de rueda, los tubos de escape, las cajas de cambios, incluso los tornillos están hechos de papel, moldeados y montados a mano. Sustentando este arte hay un método tan meticuloso como sus resultados: «Solo utilizo fotografías, dibujos y datos técnicos disponibles en Internet. Gracias a ello, en mi ordenador tengo un archivo con todo lo que necesito. Recalculo cada fotografía a escala a partir de una dimensión conocida —por ejemplo, sé que una llanta mide 42,5 cm o 17 pulgadas— y a partir de ahí calculo las proporciones de todo el coche. Preparo los planos según estos cálculos».

Cada réplica de Ferrari en papel se elabora minuciosamente a escala 1:6

Una vez listos, Paulus les da vida: corta cada pieza, les da forma y las monta. La carrocería está tratada casi como un coche de verdad: rellena, lijada, imprimada, pintada y barnizada. «Todo se hace a mano», afirma. «Me baso en dibujos y cálculos que preparo yo mismo, pero el verdadero oficio está en el trabajo manual». Se atiene a un pequeño credo: mantener la calma, no precipitarse nunca, comprobar constantemente las dimensiones. Sin planos de fábrica, no puede asegurar su exactitud, pero aspira al realismo más creíble posible.

El color y el acabado son capítulo aparte. Paulus hace mezclar pinturas en espray en una tienda especializada y las complementa con pinceles, rotuladores y láminas para imitar el cromo o la fibra de carbono. Incluso las piezas más pequeñas —tornillos, manillas, puntas de escape— se tratan con el mismo cuidado.

Sus herramientas reflejan la misma filosofía de sencillez y rigor.  «Tengo probablemente tres cajones llenos de herramientas, pero las principales, sin las cuales no podría hacerlo, no son tantas: tijeras, pegamento, cúter, regla, compás y calculadora. Y luego... las manos». Después están las herramientas secundarias —pinzas, tenazas, tenacillas, alicates—, pequeños aliados que pueden facilitar el trabajo, pero nunca sustituir la paciencia, la imaginación y la persistencia necesarias. Con toda una vida a sus espaldas dedicada a la artesanía en papel, dieciséis de ellos a la Scuderia Ferrari a 1:6, tiene muchos trucos en la manga. Cuando se le pregunta cómo lo hace, sonríe: «magia. Siempre hay algo que aprender, algo que mejorar. Siempre estoy inventando nuevos métodos. A veces funcionan, a veces no».

Paulus ha creado 94 réplicas y su objetivo es terminar los 116 monoplazas de F1 de la Scuderia Ferrari para el centenario en 2029

El camino que le trajo hasta aquí empezó hace mucho. «Llevo viendo la Fórmula 1 desde que tenía diez años. Mi héroe de la infancia era Niki Lauda. Ferrari se convirtió en algo verdaderamente especial para mí en el momento en que supe que había sobrevivido al accidente de Nürburgring de 1976 en un Ferrari 312 T2».

Construyó su primera réplica en papel hace casi medio siglo. Pero la aventura en serio comenzó en 2008 con una maqueta del Ferrari 1512 de 1964, el coche del año en que nació. Desde entonces, su colección no ha dejado de crecer. Hoy cuenta con 94 piezas y otras 6 en curso.

El objetivo es tan ambicioso como simbólico: completar todos los coches de Fórmula 1 de Ferrari para 2029, año del centenario de la Scuderia Ferrari. Aún le faltan 22.

«El proyecto más complicado en términos de ejecución ha sido el Ferrari 499P Hypercar de 2023. Pero, sinceramente, todos son difíciles si quieres hacerlos bien».