El Ferrari finlandés vuelve a nacer
En la historia de Ferrari ha habido un sinfín de equipos privados que han utilizado los coches del Cavallino Rampante para sus carreras. La mayoría son estadounidenses, franceses e italianos, pero también hay algunos casos raros, como los equipos de la República Dominicana, Cuba o Marruecos. A estos casos raros, pertenece también la Scuderia Askolin, el único equipo finlandés en la historia de la Casa de Maranello, fundada por Carl-Johan Askolin en los años cincuenta.
El equipo, en su corta historia, contó con varios coches de la Casa de Maranello incluyendo el 250 Testa Rossa. Ejemplar que, a finales de 2016, salió del taller Ferrari Classiche después de haber sido sometido a una restauración completa que, estéticamente, lo ha devuelto a la primavera de 1958.
El sueco Tore Bjurstrǿm compró el coche en Maranello y lo entregó a Askolin en mayo. Unos días más tarde, pintado con los colores de carreras de Finlandia, azul y blanco, hizo su debut en la carrera llamada Elaintarhanajo, celebrada en Helsinki, donde pilotado por Curt Lincoln llegó en tercer lugar. A continuación, el Ferrari salió de inmediato para Alemania, donde compitió en los 1000 km de Nürburgring y llegó en novena posición. Lincoln también fue cuarto en la carrera de Karlskoga, Suecia.
A finales de año, la Scuderia Askolin cerró sus puertas y el coche fue vendido al suizo Alfred Hopf, que confió en el joven piloto Peter Monteverdi, quien treinta años más tarde intentaría, sin éxito, fundar un equipo de Fórmula 1. Los colores del coche eran demasiado bonitos como para pintarlo con los colores distintivos de Suiza. Así que, el 250 Testa Rossa, con los colores finlandeses, ganó la carrera en ascenso de Sierra-Crans Montana de 1960 y se impuso en el Gran Premio de Suiza de la Montaña, en la subida de Ollon-Villars. Pero, en octubre de ese año, el coche sufrió graves daños en el Friburgo-Schauinsland cuando Hopf se salió de la pista y acabó entre los árboles.
El coche accidentado lo compró Georges Gachnang, quien modificó profundamente la carrocería y la mecánica cambiando el nombre del coche a Gachnang Ferrari-3000S. El piloto suizo, junto con su compatriota Edourad Grob, quedó en tercer lugar en los 1000 Km de Nurbrurging. Después decidió dejarlo de lado, y el coche, que entonces era rojo, se guardó en un garaje de Aigle y más tarde se vendió al coleccionista Pierre Bardinon, en 1967. El coche permaneció en Francia hasta 1982, cuando se vendió a un coleccionista estadounidense.
Desde entonces, el 250 Testa Rossa ha cambiado cinco veces de dueño. El último lo compró en abril de 2014 y el coche hizo su primera aparición en público durante la semana del Concourse d’Elegance en Pebble Beach Concourse. Poco después, pasó a manos del departamento Classiche de Ferrari clásico que se ha encargado de realizar una restauración completa, restaurando los colores de la Scuderia Askolin.