Automóviles
Definiendo el placer de la conducción
Es importante destacar que el nombre del coche —que combina su cilindrada total (2992 cc) y el número de cilindros con las siglas GTB (Gran Turismo Berlinetta), siguiendo la tradición de Ferrari— se eligió para subrayar la importancia de este nuevo motor que cambiará la historia de Maranello.
Además de la potencia total, el sistema híbrido enchufable (PHEV) reduce a cero los tiempos de respuesta del pedal del acelerador y ofrece una autonomía de 25 km en modo eDrive totalmente eléctrico, lo que garantiza que el 296 GTB es un coche que rinde increíblemente en todas las situaciones de conducción.
El 250 LM de 1963, en particular, sirvió de inspiración a los diseñadores a través de elementos como el aspecto sinuoso y esculpido de la carrocería, el diseño del pilar B, la inusual composición de los pasos de rueda en los que se sitúan las tomas de aire y el Kammback de delicadas proporciones.
La transición entre los modos eléctrico e híbrido es fundamental para las características de coche deportivo del 296 GTB, y por eso se ha adoptado un selector de gestión de potencia (eManettino) junto con el Manettino tradicional. El eManettino tiene cuatro posiciones: eDrive, Hybrid, Performance y Qualify.
Desde el punto de vista del sonido, el 296 GTB redefine las reglas al combinar armoniosamente dos características que normalmente son diametralmente opuestas: la fuerza de los turbos y la armonía de las notas de alta frecuencia de un V12 de aspiración natural. Incluso a bajas revoluciones, en el interior del habitáculo, el sonido presenta los armónicos puros del V12 que luego, a más revoluciones, garantizan ese típico sonido agudo. A ello contribuye un limitador que alcanza unas impresionantes 8500 rpm.
Se ha prestado especial atención a la reducción del peso para garantizar el equilibrio y la delicadeza de manejo del coche: la adición del peso del sistema híbrido se ha compensado con varias soluciones diferentes. El resultado es un peso en seco de tan solo 1470 kg, que es líder en su clase en cuanto a la relación peso/potencia global: 1,77kg/CV.
Estas impresionantes prestaciones se han logrado optimizando a la perfección los volúmenes del coche, y su excepcional modernidad remite a los Ferraris de los años 60, que hacían de la sencillez y la funcionalidad sus señas de identidad. El resultado es un coche con un diseño extremadamente limpio y elegante en el que todos los elementos específicos de rendimiento se funden sin esfuerzo con el estilo, subrayando la inextricable unión de tecnología y estética que es la firma de todos los Ferrari.
El cuadro de instrumentos principal está colocado en una hendidura profunda esculpida en el acabado del salpicadero, caracterizado por su superficie tersa y limpia. El lado del pasajero es extremadamente minimalista con la pantalla estándar del lado del pasajero, lo que les permite vivir la experiencia de conducción como participantes, casi como si fueran un copiloto.
El resultado es una connotación pura y minimalista, con los instrumentos en negro hasta que se pulsa el botón de arranque, momento en el que todos los componentes cobran vida y el 296 GTB revela su gloria tecnológica en forma de una interfaz excepcionalmente moderna, ergonómica y completamente digital. Un ejemplo más de la filosofía de Ferrari de mantener la máxima pureza en las formas es el HUD (Head Up Display) integrado en los acabados de cuero.
En lo que se refiere al chasis, la distancia entre ejes es 50 mm más corta que la de anteriores berlinettas con motor central trasero de Ferrari, lo que favorece la agilidad dinámica del coche. Otras soluciones que mejoran el manejo y las prestaciones del coche son el sistema de frenado por cable, las pinzas de freno "Aero" del SF90, la dirección asistida eléctrica, el dispositivo aerodinámico activo trasero y los amortiguadores magnetorreológicos SCM-Frs.
Los clientes que opten por el paquete Assetto Fiorano podrán solicitar una librea especial inspirada en el 250 Le Mans. Su diseño va desde los pasos de rueda delanteros y cubre la parrilla central y delinea sus bordes. Este elemento estilístico continúa a lo largo del capó, creando un motivo de martillo, antes de subir longitudinalmente hasta el techo y bajar hasta el alerón trasero.