Pintar el viento

Gianemilio Mazzoleni

Dar forma a la velocidad. Esto es lo que pretende Speedform, un proyecto que reúne modelos probados en el túnel de viento, flujos de aire representados mediante infografía y el toque maestro de los pintores. El objetivo: crear objetos fascinantes y únicos en una serie extraordinariamente limitada dirigida a coleccionistas de Ferrari

¿De dónde vienen las ideas? ¿Cuál es el origen de la creatividad que da vida a objetos únicos?

En el caso de Ferrari, es el trabajo en equipo. Así nació Ferrari Speedform, una iniciativa que reunió a los expertos en aerodinámica del túnel de viento, los técnicos que crean modelos a escala para utilizarlos en la pruebas y un pequeño grupo de pintores que trabajan en proyectos especiales.

“Todo comenzó hace cuatro años con una imagen generada por el software de CFD (dinámica de fluidos computacional), una simple reproducción visual del flujo de aire que rodea a un vehículo en el túnel de viento”, explica Luca Zanetti, responsable de Ventas Globales, que puso en marcha el proyecto junto con Adalberto Cattabriga, responsable de Ventas Especiales, y Matteo Biancalana, responsable de Aerodinámica. “Fue fascinante visualizar la velocidad: preguntamos si era posible darle forma, crear una representación física del aire que fluye en torno a las superficies del coche”.

La respuesta llegó en forma de siete maquetas de un Ferrari 488 Pista que reproducen con exactitud los coches a escala real utilizados en las pruebas aerodinámicas del túnel de viento. Como indica el nombre Speedform, el proyecto trata de dar forma a la velocidad.

“Cuando estamos en el túnel de viento, podemos medir el efecto del movimiento del coche en el aire gracias a decenas de sensores colocados en el interior y la superficie del modelo”, explica Biancalana. El software de CFD permite ver estos flujos de aire, algo fundamental para que los técnicos comprendan y controlen los factores que generan las fuerzas aerodinámicas.

“Las líneas y colores de diferentes intensidades muestran los efectos de la velocidad y la presión del aire sobre el modelo. Y los técnicos pueden elegir cuáles de estos parámetros quieren visualizar”, explica Cattabriga, que continúa diciendo: “Las posibles representaciones aerodinámicas son extremadamente variadas, muestran decenas de matices. No fue fácil elegir cuál de ellas utilizar para este proyecto”.

La transferencia de las magnitudes vectoriales del espacio digital a los modelos se realizó aplicando la pintura a mano, con brocha y pincel. Algo que refleja a la perfección el espíritu de Ferrari: utilizar tecnología avanzada para crear algo, pero confiar en la mano de los expertos para culminar el trabajo y hacerlo único. “Las líneas de colores que recorren los modelos se generan enteramente con la aplicación de CFD”, confirma Zanetti. “Los pintores —continúa— los pintan uno a uno con una precisión milimétrica para dotarlos de otra dimensión física”.

El diseño y los procesos en los que se basa el proyecto Speedform han sido patentados por Ferrari con el fin de proteger esta manera de utilizar la forma y el color para representar un momento decisivo en el nacimiento de cada nuevo modelo. Un momento en el que el diseño del coche se somete al veredicto de su juez más severo, el viento.

Los modelos Speedform son bastante imponentes; tienen casi dos metros de longitud y una fuerza dinámica notable que se deriva de la gama de colores y la fluidez de las líneas. Se construyen de fibra de carbono utilizando técnicas de prototipado rápido en una estructura de aluminio para recrear perfectamente la forma del automóvil a una escala del cuarenta o cincuenta por ciento. Existen cinco visualizaciones del software de CDF, cada una de ellas plasmada en ocho piezas numeradas.

Este innovador proyecto está dirigido exclusivamente a clientes de Ferrari que deseen añadir a sus colecciones objetos pertenecientes a series muy limitadas y debidamente certificados. Desde luego, los modelos Speedform son un regalo único: no solo son atractivos desde el punto de vista estético, sino también ejemplos reales, tangibles y exactos de los procesos tecnológicos que conducen a la creación de un coche de carretera Ferrari.

Ferrari ha vuelto a agregar un nuevo capítulo a la historia del automóvil y a su leyenda.