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Un caballo salvaje en los montes Nebrodi: Marcus Armstrong prueba el F8 Spider con una velocidad punta de 211 mph

Marcus Armstrong, piloto de Fórmula 2 y de la Ferrari Driver Academy, recorre el inexorable paisaje siciliano al volante del F8 Spider, con la capota abierta y una sonrisa en la cara
Texto - Ross Brown
Foto – Giuliano Koren
Vídeo – Max Morelli

Es una mañana fresca y estamos en Sicilia, en la cima de los montes Nebrodi.

La niebla está baja y se desplaza suavemente sobre nuestras cabezas, acariciando las ramas de los alcornoques de este frondoso bosque mientras desciende desde las altas cumbres de los Apeninos sicilianos rumbo a la costa.

A nuestro alrededor, los árboles estrechan la carretera, son tan frondosos que, a veces, es imposible ver a través de sus copas. Un mar verde que discurre junto al asfalto, guiándonos por sus interminables curvas y marcando las rectas que van apareciendo. 


En esta zona hay caballos salvajes llamados Sanfratellani, porque proceden de San Fratello, una pequeña localidad situada, más abajo, a pie de las laderas de los montes Nebrodi. Pero hoy no hay ni rastro de ellos, porque esta mañana ha salido a galopar un tipo de caballo muy diferente. Este es el único caballo capaz de acelerar de 0 a 62 km/h en 2,9 segundos y seguir avanzando hasta alcanzar una velocidad de 211 mph. Además, el F8 Spider es de color amarillo brillante y hace muchísimo ruido.

Marcus  Marcus Armstrong se prepara para pilotar el formidable F8 Spider por los montes de Nebrodi

El ruido del V8 es inconfundible. En las sinuosas carreteras que bordean la costa de Sicilia, o incluso más arriba, en los largos trayectos abiertos que conducen hacia la cima del volcán Etna, el rugido del motor resuena a kilómetros de distancia y se extiende por toda la superficie plana y rocosa. Aquí, en el bosque, rebota literalmente en los árboles y el efecto en el habitáculo del F8 Spider —con la capota perfectamente cerrada— es tan espectacular como emotivo.


Es embriagador, ¿verdad?", ríe Marcus Armstrong, piloto de Fórmula 2 y de la Ferrari Driver Academy, mientras va enlazando una curva con otra. «El F8 Spider tiene un sonido increíble. Oyes instantáneamente la fuerza bruta del motor y, para un piloto, es una sensación muy especial, muy emocionante». 

“Con el F8 puedes hacer lo que quieras: irte a la playa, a la montaña o meterte en el circuito. ¡Posee tantas cualidades! Es un coche muy rápido y también me encanta su elegancia”. Marcus Armstrong

Marcus nació en Christchurch (Nueva Zelanda) en 2000. La primera vez que se subió a un kart tenía solo diez años. Al año siguiente, ganó el Campeonato Nacional y, desde entonces, este joven neozelandés nunca ha vuelto a mirar atrás. Tras superar con éxito las pruebas de piloto en el Circuito de Fiorano se incorporó a la FDA (Ferrari Driving Academy) en 2016 y, actualmente, está en la Fórmula 2 con el equipo DAMS, pero con el ojo puesto en la Fórmula 1. 


De hecho, hoy está feliz, pilotando el F8 por el parque nacional de Sicilia, exprimiendo al máximo la banda sonora del V8 y se le dibuja una sonrisa en los labios cada vez que pisa el acelerador y el Spider libera toda su potencia instantáneamente sin rastro turbo lag. 


Sicilia, que, en su día, albergó la famosa carrera de resistencia de 73 km Targa Florio, tiene algunas de las carreteras más espectaculares del mundo. También son algunas de las más accidentadas, pero a Marcus no parece preocuparle en absoluto estas superficies tan escabrosas. De hecho, parece estar disfrutando.

En esta zona hay caballos salvajes, pero, hoy, no hay ni rastro de ellos, porque esta mañana ha salido a galopar un tipo de caballo muy diferente. El F8 Spider acelera de 0 a 62 km/h en 2,9 segundos y sigue avanzando hasta las 211 mph

«Se pueden poner las suspensiones más blandas. El coche es un poco más indulgente en carreteras como estas, pero prefiero que el reglaje sea lo más básico posible. Así puedo sentir todas las sensaciones de la carretera y controlar mejor el coche», nos cuenta. 


Otra curva, otro cambio de marcha rápido y, de repente, salimos de la hilera de árboles y vemos la luz. Es el momento perfecto para parar a tomar un café y disfrutar del sol que poco a poco se abre paso entre las nubes...


TOFM: ¿Qué crees que vas a recordar más de este coche, Marcus?


MA: Sobre todo, la potencia y el agarre. Luego, la reacción de la gente al verlo pasar. Para mí ha sido un momento muy especial conducir por un pueblo y ver las expresiones en los rostros de todo el mundo; una experiencia realmente emocionante

«El techo abierto es lo que hace al F8 Spider tan especial. Puedes casi puedes formar parte de la naturaleza mientras conduces; especialmente aquí, en un enclave tan maravilloso.»

TOFM: Es una mañana fresca y con bruma, parece que aún vamos con la capota abierta.


MA: Y eso es lo que hace que el F8 Spider sea tan especial. Puedes casi formar parte de la naturaleza mientras conduces; especialmente aquí, en un enclave tan maravilloso. Me gusta sentir la brisa fresca y el viento en la cara, es una sensación muy natural.


TOFM: ¿Dirías que el turbo lag cero es una de las mejores características del F8?


MA: Por supuesto, es muy especial. Diría que aprecio incluso una mejora con respecto a los coches de carreras que he pilotado, incluidos los de la Fórmula 2. Cuando pisas el acelerador, la potencia es inmediata. Te da mucha confianza como piloto porque sabes que cualquier reacción que tengas se traslada directamente al coche.  


TOFM: La aceleración es fenomenal, pero los frenos también son dignos de mención


MA: Los frenos de carbono reaccionan rápidamente. Si pisas estos frenos, el coche se clava. Y como el coche es tan ligero, se detiene incluso antes de lo que cabría esperar. Pero no son solo los frenos. El coche es muy ágil y flexible, parece un kart y te da confianza porque sientes cada uno de los movimientos. Si derrapas, lo notas de inmediato, y eso hace que puedas sacar el máximo partido al coche; todas las sensaciones son instantáneas.


 TOFM: Por último, si tuvieras este coche en tu garaje Marcus, ¿cuándo lo usarías?


MA: Con el F8 puedes hacer lo que quieras:  irte a la playa, a la montaña o meterte en el circuito. ¡Posee tantas cualidades! Es un coche muy rápido, pero también me encanta su elegancia. Pero, respondiendo a tu pregunta, si tuviera el F8 en mi garaje, solo lo conduciría en ocasiones especiales porque es uno de esos coches en los que necesitas estar realmente inmerso en el entorno que te rodea para disfrutar plenamente de la experiencia, sin tener que pensar en nada más.