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Mythbusters: el Ferrari de cuatro puertas

Texto: Jason Barlow

Mito desmentido: los Ferraris son más prácticos de lo que a menudo se piensa. El propio Enzo Ferrari prefería un cuatro plazas como medio de transporte personal. El primero fue un 250 GT 2+2 del año 1960 y, aunque el infatigable Dino Tagliazucchi fue su chófer durante mucho tiempo, «Il Commendatore» normalmente prefería conducir él mismo.

Pero vetó la idea de un Ferrari de cuatro puertas, sobre todo cuando Pininfarina presentó su elegante estudio de diseño Pinin en 1980. Ferrari fabricaba coupés y coches deportivos, argüía, y se centraba en el entretenimiento del conductor. Fin de la discusión.

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Pero los tiempos cambian y, últimamente, ha cobrado fuerza la idea de “diferentes Ferrari para diferentes tipos de pilotos Ferrari”, una solución que evidentemente se había dejado de lado hasta que la tecnología estuviera disponible para desarrollar un cuatro plazas de altas prestaciones digno del Cavallino Rampante. Ese coche es el Purosangue, prueba de que un cuatro plazas práctico y de tamaño completo puede ofrecer el auténtico dinamismo de Ferrari. En este coche, el «cuándo» y el «por qué» son tan importantes como el «cómo».

La vasta experiencia de Ferrari en el ámbito del aluminio proporcionó un punto de partida ejemplar. El chasis del Purosangue es increíblemente ligero para un coche de su tamaño y presenta una integridad estructural excepcional. La carrocería combina aluminio, acero de alta resistencia en zonas críticas y también fibra de carbono, sobre todo en el techo. Está ubicada relativamente alta para ofrecer un «punto H» útil, por lo que es más fácil entrar y salir, pero sin sacrificar la posición de conducción práctica que los propietarios de Ferrari exigen con razón. 

Enzo Ferrari era fan de los modelos 2+2, pero canceló el elegante prototipo Pinin de cuatro puertas de 1980

Este aumento del centro de gravedad también plantea desafíos dinámicos. Ferrari trabajó con Multimatic, su socio técnico, hasta crear para el Purosangue un formidable sistema de suspensión totalmente activo con tecnología de «válvula de carrete», algo que normalmente solo se ve en los deportes de motor de alta gama.

Estas válvulas funcionan en conjunto con actuadores de motor eléctrico de 48 voltios para lograr un grado de control de la carrocería y una calidad de conducción sin precedentes en este sector. Y de interacción con el conductor: la suspensión activa también utiliza acelerómetros y sensores en cada esquina para interaccionar con la ECU dinámica central del automóvil para lograr la máxima capacidad de respuesta. Tiene otras ventajas: es más ligera y ocupa menos espacio que otras configuraciones activas y, también, significa que el Purosangue no necesita barras estabilizadoras.

El comportamiento en carretera también se ha mejorado gracias a un sensor dinámico de chasis de 6 vías, mientras que el sistema de freno por cable se ha calibrado para responder incluso en superficies de baja adherencia. El Purosangue es un Ferrari de pies a cabeza, con tracción integral y una toma de fuerza conectada a un par de embragues que envía par a las ruedas delanteras en caso necesario. Pero, por el carácter lúdico que caracteriza a Ferrari, está básicamente orientado a la tracción trasera. 

Suspensión activa, V12, tracción total… El Purosangue es un cuatro puertas sin igual

La empresa ha aplicado el conocimiento adquirido con tanto esfuerzo en otros aspectos fundamentales. Para un vehículo de este tipo, el Purosangue manifiesta una eficiencia aerodinámica notable. Lo que parecen faros delanteros son en realidad conductos aerodinámicos: los responsables de iluminar el camino son los finos LED que se encuentran debajo. El aire también fluye a través de los «puentes aéreos» que conectan el capó con la base del parabrisas y los pilares A de ambos lados.

El parachoques delantero y los marcos de los pasos de rueda pueden parecer orientados al todoterreno, pero trabajan conjuntamente para crear una cortina de aire que sella las ruedas delanteras y despeja los flujos de aire disruptivos en esa zona. Esto también es posible gracias al sistema patentado de pasos de rueda suspendidos de Ferrari, que separa la parte superior de la carrocería de la parte inferior, más técnica. Como siempre, la forma y la función están interrelacionadas. 

Un viaje inolvidable: el Purosangue en Nueva Zelanda

Pero quizá la característica más destacada de este coche sean las puertas traseras con bisagras inversas. Ferrari las llama «puertas de bienvenida» y se abren a un interior claramente distintivo de Ferrari a pesar de la tipología del coche. Funcionan eléctricamente y se abren y cierran mediante una pequeña palanca en la puerta trasera. El equipo de diseño estaba a favor de eliminar el pilar B, pero en este caso se priorizó el requisito de los ingenieros de lograr una rigidez del chasis líder en su categoría. Este es el primer interior de Ferrari que cuenta con cuatro asientos regulables de forma independiente, con respaldo calefactado y función de masaje. Hay espacio suficiente para que cuatro adultos de tamaño normal se sienten cómodamente y el compartimento trasero tiene capacidad para 473 litros.

En resumen, este es un automóvil que verdaderamente desafía la categorización, sobre todo cuando recordamos que está impulsado por un motor V12 atmosférico de 6,5 litros. Enrico Galliera, director comercial y de marketing de Ferrari, lo explica así: «Lo debatimos internamente y llegamos a la conclusión de que este modelo pertenece a un segmento propio: el Purosangue».