Pasión
Un homenaje único
Durante 30 años, la Mille Miglia fue el máximo desafío para todos los pilotos, ya que ponía a prueba sus habilidades y valentía al volante en una carrera de 1.000 millas, que cruzaba Italia de punta a punta por carretera y cuyos ganadores completaban el recorrido en tan solo 10 horas.
Una serie de trágicos accidentes acabó poniendo fin a esta carrera, y la última Mille Miglia competitiva se celebró en 1957. Hoy, el Ferrari Tribute 1000 Miglia rinde homenaje a la que posiblemente sea la carrera de resistencia en carretera más espectacular de todas y ofrece a los participantes la posibilidad de hacer este trazado a un ritmo mucho más relajado durante cinco días extraordinarios.
La 16ª edición se celebró del 17 al 21 de junio y su recorrido fue de 1.900 km, siguiendo un trazado en forma de ocho, desde Brescia hasta Roma, ida y vuelta.
El martes por la tarde, cuando los participantes se pusieron en cola para recibir los dorsales y los mapas de carreteras en Desenzano del Garda, quedó manifiesta la gran variedad de inscritos. El Ferrari más antiguo en afrontar este difícil recorrido fue un 250 GT Berlinetta Lusso de 1964 y, entre los modelos más recientes, había un trío de SP3 Daytona. Las décadas intermedias también estuvieron magníficamente representadas: desde el Dino y el Testarossa hasta el F40 o el Enzo. Todos tomaron la salida desde esta preciosa ciudad situada en la orilla suroeste del lago de Garda.
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La diversidad de nacionalidades de los propietarios también fue notable: europeos, estadounidenses, kuwaitíes, australianos y libaneses, entre otros.
El grupo recorrió Ferrara y llegó a San Lazzaro al atardecer, habiendo disfrutado de unas carreteras fabulosas y unas vistas preciosas. Aunque las carreras estaban estrictamente prohibidas en estas carreteras públicas, el evento también tuvo un elemento competitivo. El Ferrari Tribute 1000 Miglia está organizado como un rally de regularidad, es decir, los pilotos deben pasar por controles de tiempo y puntos de control a intervalos precisos: una prueba de precisión y navegación, no de velocidad absoluta.
Una prueba de cronometraje y navegación, el Ferrari Tribute sigue la ruta de la Mille Miglia como un rally de regularidad, no como una carrera
Exactamente a las 5:15 de la mañana del segundo día, el primer Ferrari tomó la salida, dando inicio a una magnífica jornada de conducción rumbo a los legendarios puertos de Raticosa y Futa, en el que los pilotos disfrutaron de un fabuloso día al volante y que terminó con una merecida comida y una noche en Roma.
En los días siguientes, los participantes emprendieron el regreso al norte y entraron en San Marino —la república independiente situada entre los Apeninos y la costa adriática—, para cruzar de este a oeste hasta llegar a Livorno, ciudad portuaria occidental que se asoma al mar de Liguria.
Muchos modelos históricos de Ferrari participaron en la 1000 Miglia
En el cuarto día, los Ferrari se dirigieron de nuevo hacia el norte, recorriendo la preciosa costa italiana antes de regresar al interior, donde fueron recibidos por una impresionante multitud al cruzar la línea de meta en Brescia —meta de la primera Mille Miglia hace 98 años y hogar de los fundadores originales de la carrera: los jóvenes condes Francesco Mazzotti y Aymo Maggi.
El numeroso público que esperaba para recibir a los pilotos en Brescia tuvo una oportunidad única de admirar una colección de Ferraris de lo más variada. Para quienes participaron, el Ferrari Tribute 1000 Miglia 1000 Miglia 2025 fue una experiencia inolvidable de cinco días que, además, les dio una nueva perspectiva del valor que hacía falta para competir en esas increíbles carreras del pasado.