Durante años Ferrari ha lanzado series de supercoches que representaban los máximos logros tecnológicos transferidos por la compañía a sus coches de carretera. Entre ellos se incluyen el GTO, el F40 y el F50. A esta familia de vehículos con prestaciones extremas se unió en 2002 el Enzo Ferrari, que era la expresión de la última tecnología y conocimientos adquiridos de la Fórmula 1.