El 308 GTB se presentó en los salones del automóvil de París y Londres, en 1975. Construido por Scaglietti sobre un diseño de Pininfarina, mantuvo el motor V8 del 308 GT4, aunque la lubricación se hacía por cárter seco. Con ello se consiguió situar el motor en una posición más baja y se mejoró la refrigeración gracias a la presencia de una mayor cantidad de aceite. Los primeros modelos llevaban la carrocería de fibra de vidrio.