La sobrealimentación mediante turbocompresor había tomado ya fuerza en las carreras de Fórmula 1 y la experiencia adquirida en las pistas pronto dio el salto a la producción con el 208 GTB Turbo, presentado en el Salón de Automóvil de Turín de 1982. El motor V8 de 2.000 cc recibió una considerable inyección de potencia que transformó radicalmente su carácter, lo que le proporcionaba una extraordinaria aceleración que normalmente era impensable en un coche de esta cilindrada.
En aquel periodo histórico la Fórmula 1 estaba atravesando la era de los motores con turbocompresor y, en 1982, Ferrari decidió adoptar este sistema para el 208 GTB en el mercado italiano. La intención fue equilibrar la diferencia de potencia que existía entre los motores de 2 y 3 litros, sin incrementar las cargas fiscales para el cliente.
Desde el punto de vista estético los cambios en el diseño de la carrocería de Pininfarina era muy pequeños, con un nuevo spoiler delantero más profundo que llevaba una fila de cinco ranuras horizontales de ventilación, justo debajo de la parrilla del radiador. En el capó también había unas rejillas acabadas en negro satinado para incrementar el flujo de aire dirigido hacia el radiador, algo que era necesario debido a las altas temperaturas que crea el turbocompresor.
En la parte de abajo de los laterales de la carrocería, justo enfrente de cada paso de rueda trasero, había un conducto tipo NACA y, al final del techo, se montó un spoiler entre los contrafuertes posteriores que terminan en las aletas. La zaga del coche se distinguía por una placa con la palabra “Turbo” y por los dos pares de tubos de escape sin cubierta protectora. Como opción frente a los neumáticos Michelin TRX de serie, tenía unos Pirelli P 7 montados en llantas de 16 pulgadas.
Al igual que el exterior, el interior era idéntico al del modelo 308 GTB de mayor cilindrada y estaba equipado con dos asientos tipo baquet tapizados en cuero. La instrumentación principal quedaba protegida por una especie de cúpula enfrente del conductor, que contaba con un volante de tres radios forrado en cuero.
El reloj y el manómetro de temperatura de aceite se montaban en un panel separado, situado en la parte derecha por debajo del cuadro de instrumentos. La palanca de cambios estaba colocada sobre una rejilla en la consola central y junto al conductor, donde también se encontraban diversos interruptores, el freno de mano y el cenicero. También estuvo disponible una versión GTS con un techo Targa desmontable.
El modelo 208 GTB Turbo tenía un chasis tubular con la referencia interna F 106 DB 100. Llevaba discos de freno en las cuatro ruedas, así como suspensiones independientes de triángulos oscilantes, con muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos y barras estabilizadoras en ambos ejes. Todos los modelos se numeraron en una secuencia de cifras impares para chasis Ferrari de carretera y sólo se fabricaron con volante a la izquierda. La producción se mantuvo entre 1982 y 1985, tiempo en el que se construyeron 437 unidades, con un rango en los números de chasis que iba del 41.357 al 59.277.
El motor V8 de aluminio, montado transversalmente en posición central, tenía esencialmente el mismo diseño que el utilizado en el modelo 208 GTB. El ángulo entre cada fila de cilindros era de 90 grados, con doble árbol de levas en cabeza por bancada accionados por correa dentada, y la cilindrada total era de 1.991 cc. Tenía un diámetro por carrera de 66,8 x 71 mm y una relación de compresión de 7 a 1. El código interno era F 106 D 000.
El motor se acoplaba directamente a una caja de cambios de cinco velocidades, todas ellas sincronizadas, y esta transmisión estaba montada en la parte inferior por detrás del cárter. El propulsor estaba dotado de un turbocompresor KKK accionado por los gases de escape y con una válvula de descarga, de una inyección de combustible Bosch K Jetronic y de un encendido electrónico Marelli MED 804A. Tenía una potencia de 220 CV a 7.000 rpm.