SF90 Stradale: más que un supercoche, más que un híbrido
Chris Rees
La última creación de Maranello no es solo el vehículo de carretera más rápido que haya hecho jamás Ferrari: desde su motor híbrido enchufable de 1000 cv hasta su sistema de tracción a las cuatro ruedas, todo en él es revolucionario
De los 90 años que la escudería Ferrari lleva compitiendo en los circuitos de todo el mundo, quizás la época más interesante desde el punto de vista técnico es la actual era híbrida de la Fórmula 1. Combinar adecuadamente fuentes de energía convencionales y la energía eléctrica es un tremendo desafío. Ahora, la experiencia adquirida por la marca en la F1 en tecnología híbrida encuentra su expresión en un nuevo supercoche, el SF90 Stradale.
El primer híbrido enchufable de la marca del Cavallino Rampante adopta dos fuentes de propulsión: combustión interna y eléctrica, exactamente como en su monoplaza de Fórmula 1. El motor de gasolina, montado en el centro, es una versión muy evolucionada del archipremiado V8 biturbo diseñado en Maranello. Vittorio Dini, director del área dedicada al tren de potencia, explica: “Ha cambiado tanto que casi parece un motor nuevo. Ha crecido hasta 4.0 litros de cilindrada, tiene una nueva culata, un nuevo sistema de inyección y nuevas válvulas, colectores, bielas y pistones, solo por citar unos cuantos cambios”.
Por sí solo, el nuevo V8 (que es bastante más eficiente y produce menos emisiones contaminantes) alcanza nada menos que 780 cv. Pero, si le añades la potencia de tres motores eléctricos (en total, 220 cv), la potencia total llega casi a unos increíbles 1000 cv y un par máximo no menos increíble de 900 Nm. Además, supera los 340 km/h de velocidad punta (otro hito de Ferrari) y alcanza una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 2,5 segundos.
Aparte de la velocidad, el coche ofrece un control excepcional, gracias al tren motriz híbrido, que proporciona tracción a las cuatro ruedas. Los motores eléctricos, uno en la parte trasera y otros dos en la parte frontal para impulsar las ruedas delanteras, ayudan al conductor cuando es necesario. El sistema no utiliza la tracción 4x4 todo el tiempo: por encima de los 210 km/h, el eje delantero se desconecta y deja únicamente la tracción trasera.
El SF90 es el primer Ferrari capaz de circular en modo 100 % eléctrico (ED). Yendo a una velocidad máxima de 135 km/h, es posible recorrer hasta 25 km sin que los pistones del V8 entren en funcionamiento. Cuando el coche está en modo ED, solo funciona con tracción delantera, lo que lo convierte en el primer Ferrari de la historia capaz de utilizar únicamente la propulsión del eje delantero.
Este nuevo híbrido obligó a pensar de otra manera en muchos aspectos. Según explica Paolo Valenti, jefe del equipo del proyecto: “El salto en prestaciones es gigantesco. Los retos de desarrollar tanta innovación a la vez fueron igualmente gigantescos. Normalmente se desarrolla desde cero el 40 por ciento de las piezas, para el SF90 Stradale, la cifra asciende al 90 por ciento”.
El diseño también es innovador, pero de forma más sutil: a primera vista, la carrocería presenta la sobriedad y suavidad de líneas características de Ferrari. Pero tras esta elegancia se oculta el hecho de que el SF90 Stradale posee más carga aerodinámica y menos coeficiente de resistencia aerodinámica que ningún otro modelo en la historia de la marca.
“El perfil del coche se ha diseñado a semejanza de una gota de agua, con la cabina ligeramente adelantada y un centro de gravedad extremadamente bajo. Esta configuración proporciona un comportamiento aerodinámico excelente”, explica Marc Poulain, uno de los principales responsables del diseño exterior del vehículo. Los detalles de diseño abundan y marcan una clara diferencia con cualquier otro modelo anterior al SF90 Stradale, llamado así en honor a los 90 años de la escudería en el mundo de la competición.
Flavio Manzoni, jefe de diseño de Ferrari, explica que el equipo quería darle un look avanzado y futurista que marcase un nuevo estilo. “El SF90 es un vehículo extremo que ofrece la imagen de un tirachinas a punto de salir disparado, el resultado de un cuidadoso equilibrio entre volúmenes combinado con una arquitectura refinada y un marcado dinamismo. Su aspecto recuerda a una nave espacial, lo que le otorga una personalidad futurista; parece un felino a punto de saltar”. Poulain destaca otros detalles: “Los faros delanteros, con un diseño horizontal afilado y minimalista, rompen radicalmente con el anterior diseño en L.
Los faros traseros representan una ruptura aún más radical con la tradición Ferrari: la emblemática forma redonda, parte del ADN de la marca, se ha sustituido por unos anillos luminosos en forma rectangular que son más expresivos”.
Cada detalle del habitáculo es igualmente revolucionario y ha sido rigurosamente diseñado en torno a la figura del conductor. Más impactante aún es la curvilínea pantalla digital, que incorpora un modo ‘negro’ en el que una gran parte de su superficie se oscurece para ayudar a centrar la atención.
“La idea de ofrecer al conductor y los pasajeros una experiencia totalmente digital obligaba a reinventar todas las funciones de manejo, que antes eran fundamentalmente mecánicas” explica Angelo Nivola, diseñador senior del interior. Otra novedad dentro de los coches Ferrari es la pantalla HUD, que proyecta información en el parabrisas.
El volante también ha experimentado una transformación digital que incluye una pantalla integrada, en la que es posible seleccionar mandos mediante "iconos virtuales", y un nuevo manettino, que permite seleccionar entre cinco modos de conducción. Pero aquí también hay novedades: incluye cuatro botones que modifican los niveles de rendimiento proporcionados por los motores eléctricos, entre ellos un botón ‘ED’ que permite conducir en modo 100 % eléctrico.
Con el SF90 Stradale, Ferrari ha iniciado una revolución por la que veremos una proporción cada vez mayor de sus vehículos de carretera adoptar tecnología híbrida y digital. Nos esperan más prestaciones, menos emisiones... y mucha, mucha más diversión.