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La revolución Ferrari Evoluzione

11 dicembre 2017

Texto : Matt Master

Repasamos la larga tradición de los modelos Evo de Ferrari


La reciente presentación del Ferrari FXX K Evo ha sido el último paso de un proceso de desarrollo intenso y sin tregua en Maranello. Otra exclusiva serie de coches de edición limitadísima, pulida y mejorada hasta extremos casi imposibles, que llevan el fulgor de la marca al siguiente nivel.

 

El FXX K Evo es una obra maestra de la tecnología, que combina el rendimiento superior del FXX K respecto al LaFerrari de carretera con unas prestaciones aerodinámicas muy mejoradas.

 

El nuevo alerón trasero fijo de doble perfil se suma a un alerón trasero activo, asistido por alas, paletas y difusores adicionales que gestionan el caudal de aire por la parte superior, inferior e intermedia de la renovada carrocería de carbono del Evo. La carga aerodinámica ha aumentado un 23 % respecto al FXX K, y ahora genera unos increíbles 830 kg a velocidad máxima.

Como todos sus predecesores de la gama FXX, el Evo es un proyecto de desarrollo accesible únicamente a un selecto grupo de propietarios de Ferraris, a quienes estos bancos de pruebas en pista ofrecen una forma única de apreciar el trabajo de la escudería.

 

Para Ferrari, se trata de una herramienta para compartir y sondear con sus clientes los avances de rendimiento conseguidos mediante la investigación más vanguardista en el área de vehículos de pista y de carretera.

 

Y no se trata de una práctica que naciera ayer. El emblemático 288 GTO, frustrado modelo para la categoría del Grupo B, fue el primer coche de la marca al que se añadió el sufijo «evo».

 

El 288 GTO Evoluzione prescindía casi totalmente de las líneas elegantes de su versión de carretera para centrarse en un menor peso, una mayor potencia y, cómo no, una aerodinámica más depurada. Era el coche con el que Ferrari habría desembarcado en el nuevo Grupo B, si dicha categoría no se hubiera acabado desestimando y aparcando por motivos de seguridad.

El modelo dio lugar casi de inmediato al F40, el canto del cisne del propio Enzo. Un modelo que, pese a inspirarse en gran parte en su predecesor pensado para la pista, tenía que ser, ante todo, un coche de carretera. Solo con la presentación del F40 LM se recuperó el principio «evo».

 

Aquel coche se creó con la ayuda de Michelotto Automobili, y se vendió a equipos privados que demostraron el fenomenal potencial del F40 en competición. Era mucho más ligero, mucho más potente y contaba con una aerodinámica notablemente mejorada.

 

El proceso se recuperó con el F50, aunque esta vez fue la propia Ferrari la que trabajó para convertir un coche de carretera emblemático en el coche de carreras que pedía ser. El F50 GT habría competido contra el McLaren F1 GTR y el Porsche 911 GT1, dando alas a su programa de coches de carretera con los elementos esenciales: mayor potencia, mayor ligereza y mejor aerodinámica.

Las muchas ventajas de este método de desarrollo hicieron que arraigara y, la llegada del siguiente buque insignia de la marca en cuanto a rendimiento, el tecnológico Ferrari Enzo, dio el pistoletazo de salida al ya familiar programa FXX. En el FXX, la potencia se incrementó hasta cerca de los 790 caballos de potencia al freno, trasladados mediante una transmisión mejorada, con una aerodinámica activa y telemetría inspirada en la F1.

 

Este programa para clientes ultraexclusivos ha formado parte, desde entonces, de la agenda de desarrollo de Ferrari, dando a luz al brutal 599XX y al FXX K, cuya «K» indica la presencia de un sistema de recuperación de energía cinética o freno regenerativo, un sistema habitual hoy en día en la F1.

 

Estos coches siguen poniendo a prueba los límites de la ingeniería, añadiendo tecnología creada para la pista a una estirpe de coches de carretera. El FXX K Evo es el último y, quizá, el mayor paso adelante. Un modelo que tantea los límites de la eficiencia aerodinámica, con unos avances extraordinarios en rendimiento que se suman a una información valiosísima para garantizar el futuro de Ferrari en la carretera y en la pista.